900 trabajadores despedidos por la compañía de telecomunicaciones Ericsson deberían recibir ayuda de la UE por valor de € 2.130.400, luego de una votación de la Comisión de Presupuestos el jueves.
Desde 2014, Ericsson ha cerrado por completo tres fábricas y cerrado las líneas de producción de hardware de telecomunicaciones en varios sitios debido a la reestructuración y deslocalización de actividades. El negocio de las telecomunicaciones se ha enfrentado a una competencia creciente, especialmente de las empresas asiáticas, y experimentó un crecimiento negativo en su línea de negocio centrada en hardware y en la mejora de la tecnología, lo que provocó que se requiriera menos personal. En total, 2.388 trabajadores fueron despedidos, 900 de los cuales se beneficiarán de las medidas propuestas.
Esta es una segunda solicitud de ayuda de búsqueda de trabajo de la UE de Ericsson, después de una primera en marzo de 2016, ya que la compañía ha ido recortando gradualmente el personal en Suecia. Los empleados redundantes trabajaron en Estocolmo, Västsverige, Östra Mellansverige y Sydsverige. La mayoría de ellos son hombres, entre las edades de 30 y 54.
La ayuda del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) cubrirá el 60% del coste total. Se planean cinco tipos de medidas. Estos cubren la planificación de la carrera, las subvenciones para la puesta en marcha, la educación, la búsqueda de empleo y los subsidios de movilidad. También se prevén medidas para grupos desfavorecidos, dirigidas a personas mayores de 50 años o con discapacidades físicas.
La Comisión de Presupuestos aprobó la ayuda por 30 votos contra 2 y 0 abstenciones.
Próximos pasos
Para que tenga efecto, la ayuda debe ser aprobada por el Parlamento en su conjunto el 1 de marzo y por el Consejo el 27 de febrero.
Fondo
El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización contribuye a paquetes de servicios a medida para ayudar a los trabajadores despedidos a encontrar nuevos empleos. Su techo anual es de € 150 millones.
A los trabajadores redundantes se les ofrecen medidas tales como apoyo para la creación de empresas, asistencia para la búsqueda de empleo, orientación laboral y diversos tipos de capacitación. En la mayoría de los casos, las autoridades nacionales ya han comenzado las medidas y la UE les reembolsará sus costes cuando finalmente se aprueben sus solicitudes.
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