El Laboratorio del Juguete de Extremadura lleva funcionando desde el 2010. A lo largo del próximo año 2017 el laboratorio conseguirá la certificación de identidad nacional de acreditación que se encarga de regular todos los procedimientos para los ensayos físico-mecánicos de los juguetes. El Instituto de Consumo lo gerencia Leonor Martínez-Pereda Soto.
El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha destacado la labor que realiza el Laboratorio del Juguete del Instituto de Consumo en el control de calidad de estos productos y de la seguridad de los mismos, así como de otros objetos de consumo como artículos de puericultura, ropa infantil, disfraces, etc.
Vergeles ha dicho que en España sólo existen tres laboratorios de juguetes y ha añadido que sólo dos son públicos, el extremeño y el que existe en Galicia, puesto que el tercero, que está en Alicante, es de carácter privado.
El Laboratorio del Juguete de Extremadura, dependiente del Instituto de Consumo, lleva funcionando desde el 2010 y el consejero ha indicado que a lo largo del próximo año 2017 el laboratorio conseguirá la certificación de identidad nacional de acreditación que se encarga de regular todos los procedimientos para los ensayos físico-mecánicos de los juguetes.
El consejero ha afirmado que desde hace años están llegando un número excesivo de juguetes de países asiáticos que incumplen las normas de calidad y seguridad europea, juguetes con piezas muy pequeñas que son peligrosas para los niños, muy frágiles, fabricados con materiales tóxicos y de mala calidad que hace que los pequeños están expuestos a riesgos de asfixia, ahogo…
En su opinión, los adultos deben velar por la seguridad de los niños durante el juego y los productores están obligados a respetar las normas de fabricación y de seguridad.
Las recomendaciones al respecto se basan en comprobar el etiquetado de los juguetes donde debe figurar la marca comercial y el símbolo de que está registrada, que esté identificado el importador o el distribuidor del juguete y que venga la dirección en el envase de juguete para que se puedan realizar las oportunas consultas, la edad recomendada del menor, etc.
Asimismo, deben figurar las instrucciones de montaje, el marcado de la Comisión Europea y entre los idiomas de dichas instrucciones el castellano “y estamos trabajando, ha dicho Vergeles, porque en el etiquetado se diga si fomenta y cuánto la actividad física del niño y los hábitos de vida saludables”.
Una vez que el laboratorio ha analizado y estudiado la calidad y seguridad del producto, emite unas alertas si detecta algún tipo de anomalía para que se controlen estos juguetes o productos en todo el territorio del Estado.
A nivel nacional, el 28,3 por ciento de los productos de consumo que han recibido alertas han sido juguetes y que Extremadura es la tercera en emisión de alertas, “y esta labor de control ha dado sus frutos y se nota en que año tras año disminuyen este tipo de juguetes”.
En 2013 el 80 por ciento de los juguetes tenían algún tipo de riesgo para la salud de sus usuarios; en 2014 el porcentaje disminuyó al 43 por ciento y este año lo ha hecho hasta el 39,6 por ciento.
El consejero Vergeles ha reconocido que a pesar de todo este control los fabricantes siguen introduciendo juguetes nocivos para la salud de los menos, por lo que ha asegurado que la Junta de Extremadura continuará trabajando para evitar cualquier tipo de riesgo de esos juguetes.
Vergeles ha estado acompañado por la secretaria general de Arquitectura, Vivienda y Políticas de Consumo, María Isabel Moreno Duque; y la gerente del Instituto de Consumo de Extremadura, Leonor Martínez Pereda Soto.