La intervención, promovida por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, ha dado a conocer un conjunto decorativo polícromo de yeserías y epigrafías mudéjares que se remonta al siglo XIV
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha finalizado los trabajos de estudio, descubrimiento y restauración de la decoración y paramentos de la sala mudéjar del Archivo Histórico Provincial de Toledo.
La intervención, que ha durado 11 meses y ha supuesto una inversión 125.840 euros, ha sido realizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y ha permitido dar a conocer un espléndido conjunto decorativo polícromo de yeserías y epigrafías mudéjares que se remonta al siglo XIV.
Los trabajos han permitido estudiar el espacio desde varios puntos de vista con el fin de ampliar y profundizar en el conocimiento de su historia, decoración y construcción. Una vez eliminados los recubrimientos de yeso que ocultaban la decoración original, y tras su consolidación material y estructural, se ha puesto al descubierto la decoración mudéjar de dos espacios singulares que configuraban el antiguo palacio: una alcoba con cúpula pintada, ornamentada con variados paños de yeserías talladas, y un salón rectangular por el que se accede a través de una gran arco decorado con palmetas. El techo del salón es un alfarje dividido por vigas sobre ménsulas, profusamente decorado por yeserías talladas, destacando el ancho friso de lacería con los escudos de los promotores, así como la monumental inscripción árabe de carácter poético que envuelve a cada uno de los tramos.
Al realizar el estudio de paramentos en el transcurso de la intervención, se ha confirmado que bajo una bóveda tabicada más moderna existen otras dos vigas del techo original con sus respectivas ménsulas y friso decorado. El desmontaje de los falsos muros y su adecuación espacial permitirían recuperar la fisonomía formal, decorativa y arquitectónica que tuvo la sala en época mudéjar.
Originariamente la Sala Mudéjar fue parte de uno de los salones de la casa grande de la familia Barroso, que luego paso a los Niño. A finales del siglo XVI, estas propiedades fueron donadas a las madres dominicas que construyeron un convento dedicado a Jesús y María. Más tarde, en el siglo XVII, se edificó una iglesia contigua que implicó la remodelación del espacio mudéjar, ocultando todo vestigio de la anterior decoración, incluso el derribo de una de las alcobas del antiguo palacio.
En 1984 el Ministerio de Cultura adquirió el convento para su rehabilitación como sede del Archivo Histórico Provincial de Toledo.
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