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Holanda celebra sus elecciones ante el desafío de la ultraderecha

La extrema derecha holandesa, encarnada por el populista antiislámico Geert Wilders, tiene por primera vez en la historia perspectivas reales de convertirse en la primera fuerza política de los Países Bajos, en las elecciones que […]

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La extrema derecha holandesa, encarnada por el populista antiislámico Geert Wilders, tiene por primera vez en la historia perspectivas reales de convertirse en la primera fuerza política de los Países Bajos, en las elecciones que se celebrarán este miércoles y que tienen en vilo a toda Europa.

El último sondeo, difundido el lunes, reveló que el Partido por la Libertad (PVV), de Wilders, está virtualmente empatado en la intención de voto con el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), del primer ministro Mark Rutte.

Ambas formaciones, una de extrema derecha y otra de derecha liberal, obtendrían en torno a 24 escaños en las elecciones para renovar la Cámara baja del Parlamento holandés en La Haya, de 150 bancas.

Respecto de las encuestas previas, el PVV mejoró tres escaños, probablemente sacando provecho del conflicto que estalló entre Holanda y Turquía después de que el Gobierno en La Haya prohibiera la entrada al país de dos ministros turcos que pretendían hacer campaña para el referéndum constitucional del 16 de abril en Turquía.

En el marco de la vehemente disputa diplomática, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llegó a llamar «fascistas» y «nazis» a las autoridades holandesas, lo que motivó a Wilders a conminar a los turcos residentes en Holanda que compartan la opinión de Erdogan a volver inmediatamente a su país.

Aunque el PVV se convierta en la primera fuerza política de Holanda, está descartado que esta formación islamófoba, xenófoba y antieuropeísta llegue al Gobierno, ya que casi todos los partidos holandeses han dejado meridianamente claro que no piensan formar parte de un Gobierno de coalición con el partido de Wilders.

Tradicionalmente, el paisaje político holandés está muy fragmentado. A los comicios del miércoles concurren nada menos que 28 partidos, de los que 14 tienen posibilidades, según los sondeos, de conseguir un escaño. Como consecuencia, ninguno podrá formar Gobierno sin el apoyo de al menos otras tres o cuatro formaciones.

Si el VVD, del primer ministro Rutte, logra la primera o segunda posición en las elecciones, este podría continuar la actual coalición con el partido socialdemócrata PvdA o formar Gobierno con el partido Llamada Cristianodemócrata (CDA) y otras agrupaciones más pequeñas.

Las elecciones en los Países Bajos tienen una trascendencia que va más allá de las fronteras de este país. Aunque Wilders está condenado a seguir en la oposición con su partido unipersonal, un éxito electoral de la extrema derecha holandesa podría dar alas a otras agrupaciones políticas afines, particularmente en dos países con mucho mayor peso en Europa: Francia y Alemania.

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