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Medicina y esfuerzo obran el milagro contra la obesidad

La Cínica HLA Los Naranjos incorpora la Unidad de Cirugía Laparoscópica avanzada para luchar contra la obesidad. Las técnicas usadas en la unidad se realizan con métodos mínimamente invasivos. Las intervenciones más empleadas son la […]

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La Cínica HLA Los Naranjos incorpora la Unidad de Cirugía Laparoscópica avanzada para luchar contra la obesidad. Las técnicas usadas en la unidad se realizan con métodos mínimamente invasivos. Las intervenciones más empleadas son la gastroplastia tubular y el by-pass gástrico

La obesidad se ha convertido en un asunto de máxima relevancia en el mundo, y los datos siguen aumentando todos los días. Por estos motivos, ponerle freno es primordial, ya que esta enfermedad, por muy extremo que sea el caso, siempre tiene solución.

Conscientes de esto, la Clínica HLA Los Naranjos acaba de incorporar la Unidad de Cirugía Laparascópica avanzada Huelva (UCLAH), integrada por los doctores Joaquín Cuadrado y Alberto De la Rosa, expertos en la Cirugía de la Obesidad por Laparoscopia de la provincia.

Este nuevo servicio, ahora presente en la clínica, está basado en el tratamiento de la obesidad mórbida y alteraciones metabólicas (Diabetes Mellitus mal controlada), realizando diferentes técnicas en función de las características de cada paciente siendo las más empleadas tanto en la unidad, como en el resto del mundo, la gastroplastia tubular y el by-pass gástrico.

En el caso de la gastroplastia tubular laparoscópica, se limita la entrada de alimentos a la luz del estómago, sin que el paciente muestre un apetito excesivo por ello, mientras que el by-pass gástrico por vía laparoscópica consiste en una reducción importante del volumen gástrico asociado a un cruce intestinal para disminuir la absorción de los alimentos.

“Todas las técnicas de Cirugía de la Obesidad las realizamos con métodos mínimamente invasivos, que ofrecen ventajas considerables derivadas de la menor agresión sobre los tejidos frente a la cirugía abierta, lo que se traduce en una menor necesidad de control del dolor, una recuperación más precoz y una menor estancia hospitalaria”, explican los profesionales del servicio.

En la mayoría de las ocasiones el paciente estará sentado en su sillón entre 12 y 24 horas tras la intervención y, si no hay ninguna complicación, pueden recuperan su actividad laboral normal al cabo de un mes o incluso antes (con el abordaje por vía abierta esto sería impensable), además de recuperar su actividad social en 1-2 semanas. El uso de técnicas muy poco invasivas disminuye el riesgo de complicaciones sobre la pared abdominal como infecciones y hernias.

¿A quién van dirigidas estas técnicas?
Todos los pacientes tienen que reunir una serie de condiciones para ser candidatos a esta operación. “Seleccionamos siempre a los que tengan un IMC por encima de 40 kg/m2, o 35 kg/m2 con alguna comorbilidad asociada. Todos son evaluados por un equipo multidisciplinar siendo necesario que los tratamientos vayan acompañados de una valoración nutricional inicial, un análisis en el estilo de vida y determinados ajustes dietéticos”, detallan desde la nueva Unidad de HLA en Huelva. Son pacientes que habitualmente han intentado perder peso por su cuenta, pero nunca han conseguido llegar de forma permanente y estable al peso deseado, y tras varios meses de intento, al final han acabado por abandonar el plan.

La comunicación médico-paciente a lo largo de todo el proceso es fundamental, ya que hay datos y requisitos que son menos conocidos popularmente que se han de tener en cuenta, como la importancia de tener una buena dentadura, porque después de la intervención es muy importante masticar bien los alimentos, o lo poco recomendable que es comer chicle porque favorece la entrada de aire en el estómago, y esto puede ocasionar algunas molestias.

Adiós a las restricciones en las comidas
La cirugía laparascópica contra la obesidad es definitiva y el paciente no tiene que restringir ningún alimento, ya que el propio organismo disminuye la asimilación de nutrientes de forma progresiva. Después de la operación es importante mantener un régimen de vida organizado, porque el éxito a largo plazo de una intervención de cirugía bariátrica depende no sólo de la intervención en sí misma, sino de la dieta que el paciente siga después, especialmente durante los 3 ó 4 primeros meses y, en general, durante el resto de su vida.

Los pacientes que acuden a la unidad son personas con un problema muy grave que les ha impedido tener una buena calidad de vida. “Son pacientes que han sufrido mucho, por esto nuestro deber es solucionar el problema con esta clase de cirugías mínimamente invasivas, que suponen un antes y un después, pero no solo durante las horas que pueda durar la intervención, sino además les acompañamos en todas las facetes que viene a posteriori, y para ello contamos con nutricionistas, endocrinólogos, cirujanos laparoscopistas, anestesistas, etc.”, concluyen los profesionales de este servicio que se encuentran trabajando en la clínica desde principios de año.

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