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Dos detenidos como presuntos miembros de un grupo que habían cometido 22 robos en empresas en Catalunya

Los ladrones extraían los fusibles de la empresa entre 24 y 48 horas antes del robo y, una vez se aseguraban que los sistemas de alarma habían quedado inutilizados, accedían por el método del butrón. Su […]

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Los ladrones extraían los fusibles de la empresa entre 24 y 48 horas antes del robo y, una vez se aseguraban que los sistemas de alarma habían quedado inutilizados, accedían por el método del butrón. Su objetivo era conseguir dinero en efectivo o dispositivos electrónicos de fácil colocación en el mercado negro
Agentes de la Policía de la Generalidad-mossos d´squadra de la División de Investigación Criminal adscritos al Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Sur detuvieron el día 17 de mayo dos hombres de nacionalidad rumana, de 45 y 37 años y vecinos de L’Hospitalet de Llobregat, como presuntos autores de 22 delitos de robo con fuerza en empresas y pertenencia a grupo criminal.
La investigación se inició en marzo de 2017 cuando los agentes detectaron la actividad de un grupo criminal especializado en los robos con fuerza en empresas que actuaba principalmente en la comarca del Baix Llobregat.
Durante las pesquisas policiales los agentes establecieron cuál era el modus operandi que utilizaban los miembros del grupo investigado, que constaba de tres fases: en primer lugar hacían una selección de las empresas que deberían violentar. Por eso miraban que su ubicación estuviera principalmente en el interior de polígonos industriales aislados y que hubiera conexión a vías rápidas para facilitar la fuga. Una vez elegida la empresa los ladrones buscaban el lugar donde estaban los fusibles para extraerlos y dejarla sin fluido eléctrico con el objetivo de volver uno o dos días más tarde y comprobar que no les habían vuelto a colocar. También comprobaban que las baterías de los sistemas de alarma y videovigilancia se habían agotado y, por tanto, habían quedado inutilizadas. Finalmente, los investigados se volvían a desplazar a la empresa una vez tenían la certeza de que las alarmas ya no estaban operativas y violentar el techo del edificio por el método del butrón para evitar que se les pudiera ver desde el exterior.
El grupo investigado lo formaban seis hombres que se encargaban de ejecutar los robos. Para los desplazamientos a los lugares donde cometían los robos utilizaban vehículos del grupo investigado a nombre de terceras personas. Durante la investigación los agentes han podido constatar que los cambiaban con asiduidad y que variaban la marca y el modelo, para dificultar la acción policial. El hecho de que la titularidad de los vehículos, por un lado, y la de sus seguros por la otra, estuvieran contratadas por dos personas relacionadas con el grupo investigado, determina que disponían de una infraestructura logística diseñada para alcanzar sus objetivos.
Habitualmente los ladrones se dirigían a una zona boscosa de Hospitalet de Llobregat para recoger las herramientas que utilizarían durante los robos. Las guardaban en el interior de una mochila que ocultaban en el interior de un escondite. Una vez consumado el robo se las volvían a guardar antes de volver a su domicilio. De este modo se evitaban llevarlas siempre encima y despertar las sospechas policiales en caso de que eventualmente los detuvieran en algún control policial y fueran registrados.
El objetivo principal de los robos era conseguir dinero en efectivo y dispositivos electrónicos (ordenadores, teléfonos móviles o tabletas) de fácil colocación en el mercado negro.
A los integrantes del grupo criminal se les atribuye la participación en 22 robos con fuerza en empresas en las comarcas del Baix Llobregat, Alt Penedès y el Bages. Algunos de los miembros del grupo investigado ya habían sido detenidos en 2015 en el marco de un operativo por el robo de cableado de cobre de las líneas del AVE y por pertenencia a grupo criminal.
Otro aspecto relevante de la investigación ha sido la constatación de que la banda tenía una actividad delictiva remarcable que los generaba unos importantes beneficios, obtenidos más por el número elevado de robos que realizaban que debido a que seleccionaran cuidadosamente sus objetivos.
El 17 de mayo se llevaron a cabo tres entradas y pesquisas en las localidades de Hospitalet de Llobregat, en una nave industrial ocupada y en un piso, y una tercera en Badalona. En los registros se localizaron varios dispositivos electrónicos como tabletas o videoconsolas así como de otros aparatos electrónicos sustraídos de una de las empresas violentadas.
Los agentes detuvieron a dos de los integrantes del grupo, uno en la nave industrial y el otro en el domicilio de Hospitalet de Llobregat.
La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Los arrestados pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Gavà que decretó el ingreso en prisión.
Dado que estamos en frente de un nuevo modus operandi desde los Mossos recomendamos que, cuando las empresas reciban avisos de las empresas que gestionan las alarmas de seguridad y les hagan saber que ha habido una bajada o caída de tensión, comprueben que no les hayan quitado los fusibles de la caja donde están los contadores, habitualmente ubicados en el exterior del edificio.

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