Los dos tripulantes de un avión de combate ruso del tipo Su-24 murieron al estrellarse el aparato en Siria poco después del despegue en la base aérea de Hamaimim, informó hoy el Ministerio de Defensa en Moscú.
Según las primeras investigaciones, el accidente se debió a un desperfecto técnico.
Fuentes cercanas al Gobierno sirio dijeron que el aparato, de dos plazas, se precipitó sobre un pueblo situado cerca de la base militar y destruyó una casa, sin que se registraran víctimas entre los moradores.
Rusia es un estrecho aliado del presidente sirio, Bashar al Assad. La Fuerza Aérea rusa realiza desde 2015 ataques aéreos en Siria dirigidos contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) y otros grupos rebeldes.
En diciembre de 2016, un cazabombardero ruso del tipo Su-33 cayó al mar durante la maniobra de aterrizaje en el portaaviones «Almirante Kusnetsov».