La presidenta de la Comisión de la Mujer del Congreso del Perú, Janet Sánchez, ha planteado que se recurra a la pena de muerte para castigar a los violadores, ante la ola de denuncias de ese tipo que se registra en el país.
«Muerto el perro, muerta la rabia. Tiene que haber equivalencia en la ley porque (los violadores) destruyen la vida de un ser humano», afirmó la oficialista Sánchez en declaraciones a la agencia estatal de noticias, Andina.
El Perú ha estado conmovido en los últimos meses por los ataques sexuales contra mujeres y niños, que incluyen casos recientes como el de una bebé de dos años que está al borde de la muerte en un hospital tras ser violada por su padre.
Según diversos estudios, el Perú es uno de los países más afectados por la violencia de género y las agresiones de origen sexual.
Para expertos, una de varias razones para que se dé la situación son las penas leves que se aplican. Según cifras oficiales, de los 5.046 hombres condenados en Lima desde 2015 por violación un 13 por ciento recibió penas de menos de ocho años, mientras que apenas un dos por ciento se le dieron más de 12 años.
«Dios nos da la vida y él es el único que nos la puede quitar, pero cuando uno ve este tipo de casos y estas monstruosidades, uno se pierde en el camino y pide la máxima sanción», argumentó Sánchez, quien pidió buscar «fórmulas viables» para incluir esa causal para pena de muerte en la legislación.
«Dándole una pena capital a un violador en flagrante delito, otro no tendrá ganas de hacerlo, con lo cual disminuiremos la violencia. Será un arduo debate, pero yo considero que esto sí nos daría mejoras. Hay que evaluarlo y ver qué sucede», agregó.
En el Perú la pena de muerte solo se puede aplicar por traición a la patria durante una guerra externa.
