Entre el 15 y el 20% de los alérgicos al huevo lo seguirá siendo pero una gran mayoría podrá consumirlos horneados y con harina. En alérgicos a la leche no conviene retrasar la introducción de nuevos alimentos
Málaga, 25 de octubre de 2017
Las pruebas de alergia se pueden realizar a los niños desde los primeros meses de vida. De hecho hay niños alérgicos a la leche y en estudio desde muy pequeños. “No tiene sentido esperar a que un niño cumpla por ejemplo los seis años para poder hacerle unas pruebas de alergia al polen”, aclaraba hoy en Málaga la doctora Sonia de Arriba en la Mesa sobre Alergia Pediátrica del 32 Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria.
En esta mesa de debate se rompían varios mitos relacionados con las alergias. Por ejemplo, no es adecuado –en contra de una práctica médica que es bastante habitual- retrasar la introducción de nuevos alimentos en niños alérgicos a la proteína de leche de vaca, ya que sólo conduce al miedo y a dietas excesivamente restrictivas. El concepto de que convenía dejar pasar tiempo para que el sistema inmunológico del niño madurara ya está superado.
En estos casos, sí es recomendable hacer una prueba con huevo, no tanto porque pueda presentarse alergia sino algún tipo de sensibilización –no hay alergia sin sensibilización previa pero sí puede haber sensibilización que no derive en alergia-. En este caso, comprobar que existe permite introducir el huevo de una forma controlada y evitar posibles problemas posteriores.
Otro error común es confundir pescado y marisco. Un niño alérgico al pescado puede consumir marisco sin problema pero sí hay que poner atención en aquellas comidas que supuestamente solo llevan marisco pero pueden contener pescado. Es el caso de la paella, la fideuá o la sopa de marisco.
La alergia a la leche y al huevo se supera mejor que la alergia a otros alimentos. En pruebas efectuadas a los 16 años de edad, un 68% de los alérgicos a la leche ya no lo era, aunque el porcentaje es menor ahora que hace unos años. Respecto al huevo, entre el 15 y el 20% de los afectados seguirán siendo alérgicos. Sin embargo, entre el 70 y el 80% de los alérgicos al huevo pueden consumirlos horneados y con harina (conocidos como “baked eggs”).
Respecto a la inmunoterapia o tratamiento con vacunas es eficaz en el manejo de los pacientes adecuadamente seleccionados con rinitis, asma alérgica e hipersensibilidad por picaduras de insectos, tal y como apuntaba la doctora Ana Martínez.