En 2035 se superarían los 48 millones de personas y en 2070 la población alcanzaría los 50,6 millones
España ganaría casi un millón de habitantes en los 15 próximos años y más de tres millones hasta 2070 si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, en un contexto en el que la población de 65 y más años supondría el 26,5% del total 2035, según las proyecciones de población para 2020-2070 publicadas este 22 de septiembre por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según estas proyecciones, en los 15 próximos años España ganaría 954.497 habitantes (un 2,0%), hasta superar los 48 millones de personas en 2035. En 2070 la población alcanzaría los 50,6 millones, con un incremento de 3,2 millones de personas.
El INE precisa que el progresivo e ininterrumpido aumento de las defunciones, siempre superior al número de nacimientos, daría lugar a un saldo vegetativo negativo durante todo el periodo proyectado, que sería superado por el saldo migratorio positivo, lo que provocaría un aumento de población durante todos los años del periodo proyectado. El aumento de población se debería por tanto, exclusivamente, a la migración internacional, lo que produciría que la población nacida en España disminuiría y pasaría de representar el 85,2% del total a un 66,8% dentro de 50 años.
En cuanto al número de nacimientos, seguiría reduciéndose hasta 2027, continuando con la tendencia iniciada en 2009. No obstante, el INE precisa que, a partir de 2028, los nacimientos podrían comenzar a aumentar debido a la llegada a las edades de mayor fecundidad de generaciones cada vez más numerosas, en concreto, las nacidas a partir de la segunda mitad de los años 90. Pese a ello, los nacimientos siempre estarían por debajo de las defunciones.
El número de nacimientos se proyecta suponiendo que la fecundidad de las mujeres mantenga una leve pero progresiva tendencia al alza. Así, el número medio de hijos por mujer sería de 1,31 en 2034, frente al 1,23 actual. La edad media a la maternidad se mantendrá en torno a 32 años hasta 2069
La esperanza de vida al nacimiento alcanzaría en 2069 los 85,8 años en los hombres y los 90,0 en las mujeres, con una ganancia de 4,9 y de 3,8 años, respectivamente, respecto a los valores actuales. Por su parte, la esperanza de vida para las personas con 65 años en 2069 sería de 22,5 años
para los hombres (3,8 más que actualmente) y de 26,3 para las mujeres (3,6 más).
A pesar de la mayor esperanza de vida, el número de defunciones continuaría creciendo hasta alcanzar un máximo en 2063. Para el año 2020, la proyección estima un total de 466.583 defunciones, frente a las 415.070 del año 2019. Por su parte, en 2034 se producirían 482.132 fallecimientos entre los residentes en España y en 2069 se alcanzarían las 641.867 defunciones.
Ante el descenso de la natalidad y el aumento de las defunciones, en España habría siempre más defunciones que nacimientos (crecimiento o saldo vegetativo negativo) durante los 15 próximos años, que alcanzaría el valor más bajo en torno a 2060, y se iría recuperando levemente a partir de entonces.
La proyección muestra también el proceso de envejecimiento de la población residente en España ya que, de mantenerse la tendencia demográfica actual, el grupo de edad más numeroso a 1 de enero de 2020, que son los nacidos en los años 1970-1979 (es decir, las personas entre 40 y 49 años), lo seguiría siendo en 2050 (con edades entre 70 y 79 años).
En los últimos años de la proyección se daría un cierto rejuvenecimiento poblacional conforme se vayan extinguiendo las generaciones de nacidos en los años 70 del siglo XX, de mayor fecundidad. Así, los grupos más numerosos a 1 de enero de 2070 serían los nacidos entre 2005 y 2014, cuyas edades estarían entre los 55 y 64 años. La población entre 20 y 64 años, que actualmente supone el 60,8% del total, pasaría a representar el 51,9% del total en 2050. En 2070 se recuperaría en parte, hasta el 54,4%.
El porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 19,6% del total de la población, alcanzaría un máximo del 31,4% en torno a 2050. A partir de entonces, empezaría a descender.
MAYORES CRECIMIENTOS EN MADRID Y CATALUÑA, FRENTE A CYL Y GALICIA
De mantenerse las tendencias demográficas actuales, se observaría una evolución dispar por comunidades autónomas en los 15 próximos años. Así, se darían aumentos de población en ocho y descensos en las otras nueve.
Los mayores incrementos relativos se registrarían en Illes Balears (14,9%), Comunidad de Madrid (9,1%) y Canarias (8,4%). Por el contrario, los descensos más acusados se darían en Principado de Asturias (-10,0%),
Castilla y León (-10,0%) y Extremadura (-8,3%).
Los mayores incrementos relativos se registrarían en Illes Balears (14,9%), Comunidad de Madrid (9,1%) y Canarias (8,4%). Por el contrario, los descensos más acusados se darían en Principado de Asturias (-10,0%),
Castilla y León (-10,0%) y Extremadura (-8,3%).
Tanto en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, como en Región de Murcia e Illes Balears el número acumulado de nacimientos superaría al de defunciones en los 15 próximos años.
De mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero entre 2020 y 2034, en términos relativos a su tamaño, sería positivo en todas las comunidades autónomas, especialmente en Canarias e Illes Balears.
En cuanto a la migración interior, Illes Balears, Comunidad de Madrid y Comunidad Foral de Navarra serían los territorios que, en términos relativos a su tamaño, atraerían más población procedente del resto de España. Por el contrario, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha presentarían los saldos migratorios interautonómicos más negativos.
EL INE detalla que las proyecciones de población muestran la evolución que seguiría la población de España en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales. No constituyen una predicción, en el sentido de que no tienen como objetivo determinar cuál es la evolución más probable. Para esta nueva edición, se realizó una consulta en forma de encuesta a demógrafos de toda España con el fin de establecer las hipótesis de comportamiento futuro de los parámetros demográficos.