A pesar del inminente inicio de la campaña de vacunación contra la Covid-19, la preocupación por la higiene y la calidad del aire interior ha generado una serie de nuevos hábitos y costumbres que probablemente han venido para quedarse
Cuando este año termine, no cabe duda, el mundo será diferente. Hábitos como el distanciamiento social, el uso de mascarillas o la higiene de manos han pasado a formar parte del día a día y es de esperar que produzcan modificaciones permanentes de algunas costumbres.
La cada vez más evidente transmisión del virus por aerosoles genera una preocupación creciente por la calidad del aire que se respira en espacios interiores. Desde medidores de CO2 hasta purificadores de aire, muchos dispositivos que hasta hace poco eran prácticamente desconocidos hoy están en boca de todos. Según AireHogar, portal de referencia en climatización y calidad del aire, el crecimiento de las ventas de artículos relacionados con la calidad del aire interior, tanto para el entorno doméstico como para el profesional, ha sido exponencial durante 2020.
Gimnasios, cafeterías, tiendas, hoteles y todo tipo de negocios han instalado purificadores de aire y generadores de ozono para incrementar la seguridad ante contagios por vía aérea. Una vez comprobada la eficacia de estas medidas contra la Covid-19, es altamente probable que se sigan utilizando. Cabe esperar que, fruto de estos nuevos hábitos, la incidencia de enfermedades infecciosas como la gripe común se reducirá notablemente en los próximos años.
Otro caso de uso destacable es el de las ambulancias y los coches patrulla de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que han empezado a utilizar generadores portátiles de ozono para desinfectar los vehículos compartidos durante un mismo día por varias personas en sus distintos turnos de trabajo.
Incluso a falta de una regulación específica, numerosos centros educativos a nivel nacional han empezado asimismo a instalar medidores de CO2 para determinar cuándo es necesario ventilar las aulas. Se considera que un ambiente con más de 1000 ppm (partes por millón) de CO2 está muy “cargado” y el riesgo de transmisión de virus por vía aérea es elevado.
Muchos usuarios de todos los dispositivos mencionados se han dado cuenta de que, más allá de la pandemia, respiran un aire de mejor calidad en sus viviendas y lugares de trabajo. Así, observan una mejora en sus afecciones de tipo alérgico, un aire más limpio si viven cerca de fuentes de contaminación como el tráfico, una reducción de partículas aéreas si viven con animales o una sustancial reducción de los olores generados por el tabaco o la comida. Por estos motivos, se estima que la tecnología para el tratamiento de la calidad del aire se va a convertir en un complemento básico y habitual en todo tipo de entornos cerrados, tanto de ámbito doméstico como profesional o de ocio.
La web airehogar.com publica periódicamente novedades e información sobre productos relacionados con la climatización y la calidad del aire, realizando comparativas y reviews sobre purificadores de aire, deshumidificadores, medidores de calidad del aire, generadores de ozono, radiadores eléctricos o aires acondicionados portátiles entre otros, unos dispositivos con una oferta muy variada que obligan a informarse con rigor antes de tomar cualquier decisión de compra.
Fuente Comunicae