Este viernes se espera que Salvador Illa, exministro de Sanidad, sea investido como el nuevo President de la Generalitat. Este hecho marcaría el retorno del PSC al gobierno catalán después de más de 14 años de ausencia. La ardua labor de negociaciones y preacuerdos ha culminado en un preacuerdo clave con ERC, que previsiblemente permitirá a Illa asumir el cargo.
El acuerdo entre PSC y ERC se fundamenta en un innovador modelo de financiación en el que la Hacienda Catalana asumiría la recaudación, gestión, liquidación e inspección de todos los impuestos en Cataluña. Este modelo emularía el sistema fiscal vigente en el País Vasco y Navarra, con Cataluña aportando a las arcas del Estado en condiciones similares.
Sin embargo, para que este acuerdo se implemente plenamente, es necesaria una reforma en la ley de financiación económica que deberá ser aprobada en el Congreso. Esta reforma requiere una mayoría absoluta, lo que plantea un desafío considerable para su consecución.
El pacto no ha estado exento de críticas. Varios presidentes autonómicos han manifestado su descontento, incluyendo figuras destacadas del propio partido socialista, como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, y Javier Lambán, ex presidente de Aragón hasta las elecciones pasadas. Estas críticas reflejan las tensiones y divisiones internas dentro del PSOE respecto a este acuerdo histórico.