El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido este lunes, en el Centro Penitenciario de León, el acto central de celebración de la Merced, patrona de la administración penitenciaria, de la que ha asegurado que “sus profesionales son su principal activo; su nivel formativo y preparación técnica los sitúa entre los mejor preparados de los países de nuestro entorno, al frente de múltiples programas de tratamiento que son estudiados e imitados por otros sistemas penitenciarios”.
La celebración, que ha tenido lugar en la prisión de León en el vigésimo quinto aniversario de su puesta en marcha, ha contado con la presencia del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, el director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Vicente, y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, entre otras autoridades.
Grande-Marlaska ha recordado que “nuestra misión es tan delicada como importante para nuestro modelo democrático: hacer efectivo el mandato constitucional de ayudar al tratamiento rehabilitador y a la reinserción social de las personas condenadas”.
“Es una tarea de enorme complejidad que quienes trabajáis en la administración penitenciaria realizáis de manera admirable”, ha continuado el ministro del Interior, que ha destacado también la ayuda prestada por un alto número de voluntarios pertenecientes a organizaciones no gubernamentales, así como por numerosas administraciones locales, autonómicas y estatales; universidades; fundaciones públicas y privadas, y empresas de todo tipo.
Por su parte, el secretario general de Instituciones Penitenciarias también se ha detenido en el trabajo diario de los más de 25.000 profesionales que forman parte de la Administración Penitenciaria. “Ahí reside el valor de lo que hacemos: en la atención individualizada e integral a las personas que cumplen condena en los centros penitenciarios y en la respuesta transversal, desde las diferentes áreas”, ha trasladado.
Ángel Luis Ortiz ha agradecido, además, la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el compromiso de las entidades, instituciones y administraciones que colaboran con los centros penitenciarios para establecer vínculos sólidos entre la sociedad y aquellas personas privadas de libertad.
Mérito penitenciario
Durante el acto celebrado este lunes se han entregado buena parte de las condecoraciones con las que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias destaca el trabajo de sus profesionales y de todos aquellos que contribuyen de manera externa al buen funcionamiento de la Administración Penitenciaria.
En esta edición, se ha reconocido con la Medalla de Oro al Mérito Penitenciario la dilatada trayectoria y dedicación profesional de Jaime Hernández Alonso, director de la prisión de Albolote durante los últimos 13 años hasta su reciente jubilación. Desde su incorporación a la Administración en 1982 ha estado, además, al frente de centros penitenciarios como el de San Sebastián, Algeciras, Jaén y Alicante.
Por otro lado, la medalla de Oro al Mérito Social Penitenciario ha correspondido a la Fundación Barrié. Con este galardón se pone en valor el compromiso con la inserción social y el trabajo de colaboración que la entidad viene desarrollando en las prisiones de Galicia desde 1974, con Carmela Arias y Díaz de Rábago como presidenta. La Fundación Barrié coordina varios programas penitenciarios y diversas organizaciones para ofrecer nuevas oportunidades a las personas privadas de libertad en el ámbito sociolaboral.
También se han entregado las medallas de plata, que han premiado la labor desarrollada por profesionales de Instituciones Penitenciarias y de otros departamentos del Ministerio del Interior, así como las condecoraciones de bronce y las menciones honoríficas.