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Arte y restauración hacen historia en Madrid

El pasado 14 de octubre se presentó, en el Gran Teatro La Estación CaixaBank de Príncipe Pío, una colección de 9 piezas de arte, que pasará pronto a...

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El pasado 14 de octubre se presentó, en el Gran Teatro La Estación CaixaBank de Príncipe Pío, una colección de 9 piezas de arte, que pasará pronto a formar parte de la historia de Madrid. Estas obras, realizadas por diez talentosos e influyentes artistas tienen algo en común: todas ellas reclaman la supresión de las restricciones horarias para el sector de la restauración. 

En el transcurso de los siglos se encuentran numerosos ejemplos en los que el arte se ha convertido en canal para reivindicaciones o denuncias sociales. Pero pocas veces ese mensaje se articula de una forma tan original: a través de una fábula, mediante la participación de diez artistas y el acuerdo de dos empresarios que lo hacen posible, Javier Camacho, fundador de Eneaverso y Felipe Alayeto, fundador y CEO de RedBar, un grupo de restauración que ofrece servicio las 24 horas.

Los artistas involucrados fueron: Belin, Manu Campa, Martín Lagares, Claudia Alonso-Allende, Philippe Boonen, Alejandra de la Torre, Antonio García Villarán, Gonhdo, René Mäkelä y Jazzy Dope. No es de sorprender que esta propuesta de utilizar el arte para tal reivindicación fuera recibida con los brazos abiertos por estos brillantes artistas, pues como declaraba Martín Lagares a la agencia EFE, “el arte siempre ha estado caracterizado por buscar la libertad creativa, la libertad del individuo y la libertad de la sociedad”. “En el país del mundo con mayor ratio de bares y restaurantes del mundo por habitante, sorprende que no se pueda disfrutar de los servicios esenciales de restauración las 24 horas” apuntaba Felipe Alayeto. “Si una imagen vale más que mil palabras, imagínate muchas imágenes interpretadas por diferentes artistas”, señalaba Claudia Alonso-Allende. Esta iniciativa es un claro ejemplo de cómo “utilizar el arte sin violencia para cambiar las cosas en el país en el que vivimos”, explicaba Belin.

Los orígenes de esta colaboración se remontan al 24 de abril de 2024, fecha en la cual Felipe Alayeto asistió a una exposición comisariada por Javier Camacho, que organizaba Eneaverso en una residencia de gran lujo en la Moraleja, Madrid. En dicho evento, Felipe adquirió algunas piezas y a raíz de este hecho Javier se interesó por conocer más acerca de la historia personal y empresarial de Felipe. “Cuando Felipe me contó los obstáculos a los que se enfrentaba por una normativa anacrónica que le impedía ofrecer el servicio de restauración con libertad en los horarios nocturnos, sentí que el arte podría hacer algo por combatir esta causa injusta. Así nació la fábula que representa los problemas a los que se enfrenta Felipe en su sector. Se la presenté a algunos artistas a los que admiro mucho. Su aceptación, compromiso con la causa e implicación fue total” explicó Camacho. Precisamente, para reconocer el compromiso de estos artistas con la libertad, nacieron los Premios RedBar, celebrados el pasado 14 de octubre, en los que se presentaron las obras de estos artistas y se destacó la labor de los mismos. “Tenemos que tener libertad para hacer cosas diferentes y solo así se pueden cambiar las cosas”, decía Antonio García Villarán. Los premios, así como la reivindicación de terminar con las restricciones horarias en la restauración, recibieron el apoyo del Gobierno de la Comunidad de Madrid y de su presidenta Isabel Díaz Ayuso. De modo que cuando Madrid sea la primera comunidad autónoma en suprimir estas restricciones, las obras de arte que ilustran esta “fábula”pasarán a formar parte de la historia de Madrid.

FÁBULA “AQUÍ NO SE BEBE LECHE”

Argumento:

El oso Marcos es un padre muy liberal y querido por todos, que, sin embargo, tiene una manía que nadie entiende: en su casa está prohibido beber leche. No contento con esta norma, uno de sus hijos un día se aventura a probar la leche y descubre que le gusta y le sienta bien. Averigua que la prohibición de beber leche tiene su origen en una indigestión que sufrió su abuelo en el pasado. Desde entonces se decretó en su familia que la leche era mala. Finalmente, este osezno convence a su padre de que esa norma ya no les representa y el oso Marcos pone fin a esa norma injusta, heredada de otra época. Para celebrarlo, se van todos juntos a un restaurante a disfrutar de un buen tazón de leche.

Simbología:

La prohibición de beber leche es una metáfora de la prohibición que tienen los negocios de restauración en España de dar de comer y beber durante los horarios nocturnos. Algo que sí está permitido en ciudades europeas como París, Londres, Berlín o Roma.

El oso Marcos representa a Madrid.

El osezno que prueba la leche y le muestra al oso Marcos que es buena, representa a Felipe Alayeto, fundador y CEO de RedBar.

Los otros oseznos representan al conjunto de la sociedad, tanto propietarios de negocios de restauración, como el resto de ciudadanos, que se beneficiarán de la supresión de las restricciones horarias para la restauración.

El final feliz representa la celebración de la Libertad lograda con el cambio normativo. 

OBRAS QUE CONFORMAN LA FÁBULA:

El gusto de la Libertad, por Belin

Belin representa a uno de los osos de la “fábula” en dos momentos clave: antes y después de beber la leche prohibida. A la derecha, el oso se encuentra a punto de probar la leche por primera vez. Los tonos fríos del fondo y la atmósfera tormentosa intensifican la tensión del momento. Al fondo, otro oso agita los brazos en un intento de advertir al protagonista. A la izquierda, el oso bebe la leche con serenidad, en un ambiente transformado por la calidez de los colores del fondo, que evocan un día soleado y alegre. El sol, trabajado en pan de oro, brilla en la esquina superior izquierda, mientras que los ojos del protagonista reflejan la paz que proviene de experimentar la libertad plena. Esta pieza se inscribe en la corriente postneocubista, de la cual Belin es su precursor.

Herencias invisibles, por Alejandra de la Torre

En esta pieza se observa una cabeza grande de oso, sobre la que se vierte un líquido que salpica a unos oseznos de menor tamaño. Esta obra habla de cómo inevitablemente se heredan ideas o normas de otra época, que “salpican” sin inmutarnos.

El líquido vertido sobre la cabeza del oso representa esas normas (que los restaurantes no puedan abrir las 24 horas). La cabeza del oso representa un tiempo pasado en el que se instauraron esas normas. Los oseznos salpicados por el líquido representan la actualidad, todavía marcada por normas de otra época.

"Dicen de mí que soy un tanto animal, pero en el fondo soy un sentimental", por Manu Campa y Jazzy Dope

Estos dos artistas representan una de las escenas de la fábula, en la que el papá oso y sus hijos viajan en coche cuando todavía ninguno de ellos ha probado la leche. En los asientos de atrás los oseznos menores se pelean. Este detalle es un reflejo de que las ciudades con restauración 24 h que dinamizan la vida social son ciudades más seguras. El hecho de que dos artistas hayan participado en un mismo cuadro representa lo importante que es la cooperación para lograr cambios importantes y positivos en la sociedad.

La leche, por Philippe Boonen

Boonen reinterpreta la famosa obra “Nighthawks”, de Edward Hopper, en la que sitúa a los personajes de esta “fábula” celebrando el triunfo de la libertad. Padre e hijos disfrutan por primera vez juntos, de un buen vaso de leche, en un bar abierto las 24 horas. Esta obra está plagada de simbolismos, como el hecho de que los colores utilizados sean más vibrantes que en la obra de Hopper, que representa un final feliz en el que la norma injusta es abolida. Philippe Boonen cambia el nombre del bar pintado por Hopper, “Phillies” por “Philips” en referencia a Felipe Alayeto y al propio nombre del artista. Además, añade la inscripción de “24/7 Open”. Boonen se representa a sí mismo como tigre y se sitúa en la obra como camarero que sirve la leche a los osos, como una metáfora de que despliega su arte en favor de esta reivindicación.

'Lo que nos quitaron', por Mäkelä

René Mäkelä presenta una obra en la que se observa a un osezno, pintado en estilo realista, que convive con famosos osos de dibujos animados, de una época pasada, que todavía hoy son conocidos. Si se observa con detenimiento el cuadro, se dará cuenta de que los osos del pasado le roban la leche al osezno.

En esta obra, los osos con los que crecieron en la infancia representan las normas del pasado que todavía hoy coartan la libertad y que se aceptan impasibles, como si nada grave estuviera sucediendo.

"La leche que te han dado", por Antonio G. Villarán

Antonio García Villarán representó al conjunto de la sociedad como una marioneta de oso de madera. Esta marioneta es movida por los hilos de una canina-esqueleto (representación del pasado), vestida con una careta y abrigo de oso, que es la apariencia bajo la que se oculta, mientras maneja los hilos de la sociedad, representada por el osito marioneta, como símbolo de la manipulación.

La moraleja está en que hay ciertas conductas del pasado que se repite sin cuestionar, por mera rutina, a pesar de saber que no son buenas y deben ser superadas para evolucionar y mejorar.

¿Y por qué no?, por Claudia Alonso-Allende

Claudia retrata a uno de los osos de la fábula, como si se tratara de un anuncio de los años 60. La ferocidad que sugieren las garras del animal contrasta con lo apacible de la escena, en la que se observa al oso beber leche en una posición de descanso. El título “¿Y por qué no?”, representa ese momento en el que se osa hacer algo que estaba prohibido y se descubre que no hay nada malo en ello, sino todo lo contrario.

Tras el telón, por Gonhdo

El que ya se ha consolidado como uno de los artistas icónicos de Madrid, conocido por incluir en todas sus obras el emblemático bocadillo de calamares, típico de la capital, aporta su talento a la fábula. Detrás del telón se encuentra con uno de los osos de esta fábula, acompañado de un llamativo neón que anuncia “Abierto 24 h”. Además, se muestra una serie de alimentos y objetos característicos de la restauración. El artista ha decidido no incluir ninguna bebida alcohólica, subrayando que la reivindicación por los servicios 24 horas está dirigida a la restauración, no al ocio nocturno, un sector que ya goza de la flexibilidad de operar en horarios de madrugada.

El oso Marcos, por Martín Lagares

En la tercera exposición de Eneaverso, Martín lagares esculpió al oso Marcos (el papá oso), protagonista de esta fábula, en terracota. Lo representa con una copa de vino en la mano, que simboliza el triunfo de la libertad, tras superar la prohibición de beber leche.

El oso Marcos se convierte en la escultura a partir de la cual el propio Martín Lagares ha realizado doce reproducciones únicas, numeradas y certificadas, de las cuales diez fueron entregadas a los premiados en la primera edición de los Premios RedBar por la Libertad.

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