La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha reaccionado este lunes al anuncio del cierre de la planta de BSH en Esquíroz, que afecta directamente a 660 trabajadores y trabajadoras. Chivite calificó el anuncio como «inesperado» y aseguró haber recibido una carta por parte de la empresa esta misma mañana, al igual que otros miembros de su Ejecutivo, como el consejero de Industria y Transición Ecológica, Mikel Irujo.
«Nuestra máxima preocupación son los 660 trabajadores y trabajadoras porque van a ser nuestra prioridad», afirmó Chivite en una declaración realizada a los medios. La presidenta destacó que el Gobierno de Navarra ya está tomando medidas para abordar la crisis. En este sentido, el consejero Irujo ha solicitado una reunión urgente con la dirección de BSH en Navarra para obtener más detalles sobre los planes de la empresa, especialmente en relación con el período de consultas de seis meses que se ha abierto.
Chivite subrayó que la empresa no ha concretado qué sucederá con la planta de Esquíroz durante este período ni ha explicitado los pasos a seguir tras este proceso. «No sabemos qué es lo que va a pasar en la planta», reconoció la presidenta, destacando la falta de información precisa por parte de la multinacional.
El cierre de BSH en Esquíroz se suma a una serie de decisiones que han debilitado la presencia de la compañía en España en los últimos años, aumentando la preocupación por la deslocalización de la producción hacia otros países.