Miguel Ángel Gallardo ha anunciado este lunes su dimisión como secretario general del PSOE de Extremadura al término de la reunión de la Comisión Ejecutiva Regional del partido. El dirigente socialista ha hecho pública su decisión en una comparecencia ante los medios de comunicación, en la que ha asumido “plenamente” la responsabilidad por los recientes resultados electorales, que calificó como “malos, sin paliativos y sin ningún tipo de justificación”.
Gallardo explicó que la decisión estaba tomada desde la noche anterior y que quiso trasladarla en primer lugar a la Ejecutiva Regional “por respeto” a las personas que le han acompañado durante su etapa al frente del partido. “Cuando los resultados no son los esperados, la responsabilidad se asume, no se esquiva. Y yo la asumo plenamente”, afirmó.
El ya exsecretario general subrayó que su renuncia responde a un ejercicio de coherencia política y responsabilidad orgánica, y recalcó que no se trata de una decisión improvisada. “Esta decisión la tenía adoptada desde anoche, cuando comparecí en esta misma sala”, precisó ante los periodistas.
Durante su intervención, Gallardo agradeció el apoyo recibido por la militancia y por la organización a lo largo de los casi dos años en los que ha estado al frente del PSOE extremeño. “He tenido el inmenso honor y el enorme orgullo de ser secretario general. Solo puedo expresar palabras de agradecimiento a quienes sostienen esta organización cada día, incluso en los momentos más difíciles”, señaló.
El dirigente socialista también pidió disculpas si en algún momento no estuvo a la altura de las expectativas y reivindicó su compromiso con el proyecto del partido. “Puedo asegurar una sola cosa: me he dejado la piel por el PSOE”, declaró, visiblemente emocionado.
De acuerdo con los Estatutos del partido, Gallardo explicó que será ahora la Comisión Ejecutiva Federal la encargada de nombrar una gestora que asuma la dirección del PSOE de Extremadura de forma provisional, hasta la convocatoria de un congreso regional en el que se elija una nueva dirección.
En su despedida, Gallardo reconoció la dificultad del momento político, pero se mostró convencido de la fortaleza de la organización. “El PSOE de Extremadura siempre se levanta. Es mucho más que una dirección o una etapa concreta; es parte de la historia de esta tierra”, afirmó. El ya exlíder socialista aseguró marcharse “con la cabeza alta”, con el “dolor de no haber cumplido los objetivos”, pero con la confianza de que el partido “seguirá adelante, más fuerte y más unido, al servicio de Extremadura”.
