Stick Noticias

Del júbilo al enfado en Villamanín: denuncian que la Comisión de Fiestas vendió más papeletas del Gordo de las que tenía

Vecinos agraciados con el 79.432 calculan que la Comisión de Fiestas de Villamanín emitió al menos 50 papeletas de más, lo que dejaría sin respaldo

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

  • Administración de loterías de Pola de Gordón -

Vecinos agraciados con el 79.432 calculan que la Comisión de Fiestas de Villamanín emitió al menos 50 papeletas de más, lo que dejaría sin respaldo unos cuatro millones de euros del Gordo de Navidad y ha abierto la puerta a posibles acciones judiciales.​

De la lluvia de millones a la sospecha

El número 79.432, agraciado con el Gordo de la Lotería de Navidad 2025, dejó en Villamanín una lluvia de millones a través de participaciones vendidas por la Comisión de Fiestas, con premios en torno a 80.000 euros brutos por papeleta. El sistema era el clásico de los pueblos: participaciones de 5 euros, de los que 4 se jugaban y 1 se destinaba como donativo para financiar las fiestas locales.​

La combinación afortunada se había adquirido en la Administración de Lotería número 2 de La Pola de Gordón, a unos diez kilómetros, y se distribuyó entre vecinos, comercios y bares de la comarca de la Tercia, lo que convirtió el municipio leonés en uno de los grandes focos del Gordo de 2025. Las primeras estimaciones hablaban de más de 30 millones de euros repartidos, con versiones que oscilaban entre los 35,6 y los 60 millones según el cómputo de series y participaciones difundido por distintos medios.​

El desfase: 50 papeletas sin décimo detrás

La polémica ha estallado cuando varios premiados han empezado a detectar que el número de papeletas emitidas no cuadraría con los décimos realmente comprados por la Comisión de Fiestas en la administración de La Pola de Gordón. Según su versión, al menos 50 participaciones del 79.432 habrían sido vendidas “de más”, sin que detrás de ellas existan los diez décimos necesarios para respaldar esos premios.​

Ese desfase implicaría que, de los aproximadamente 35 millones de euros que correspondían a las papeletas agraciadas, faltarían alrededor de cuatro millones, una cantidad que alimenta el temor a que algunos vecinos no puedan cobrar íntegramente lo que figura en sus boletos. El origen del problema se atribuye a un error en la impresión y emisión de talonarios, que habría generado más participaciones de las que correspondían a los décimos realmente adquiridos por la Comisión.​

Propuesta de recorte y amenaza de tribunales

Ante el desconcierto, los responsables de la Comisión de Fiestas habrían planteado de forma interna una solución: aplicar un recorte aproximado del 6% al premio de cada participación, de unos 80.000 euros brutos, para que todos los poseedores de papeletas pudieran cobrar algo y se reparta el agujero entre los agraciados. Ese ajuste supondría retraer en torno a 5.000 euros por participación, una fórmula que ha generado un profundo rechazo entre algunos vecinos que recuerdan que compraron un boleto donde figura una cantidad concreta de premio.​

Algunos afectados han expresado en redes sociales y en declaraciones a medios que no están dispuestos a asumir un error de gestión ajeno y que, si es necesario, acudirán a los tribunales para reclamar el cobro íntegro de sus boletos. La situación ha llevado a convocar reuniones vecinales para tratar de aclarar el alcance real del desfase entre décimos y participaciones y buscar una salida que no rompa definitivamente la cohesión social en este pequeño municipio leonés.​

Villamanín, entre la resaca festiva y el daño reputacional

En paralelo al conflicto, el caso de Villamanín se ha viralizado en redes sociales y en vídeos difundidos por medios, que han retratado la paradoja de un pueblo que celebró por todo lo alto el Gordo y ahora vive pendiente de reuniones, abogados y cálculos sobre cuánto acabará cobrando cada vecino. El “milagro” de la Comisión de Fiestas, que en un primer momento era exhibido como ejemplo de cómo la lotería puede transformar una zona deprimida, se ha convertido en un quebradero de cabeza que amenaza con empañar la imagen de la entidad organizadora y tensar las relaciones entre vecinos.​

 

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN