El archivero y benedictino goierritarra Juan Joxe Agirre Begiristain (Alegia, 1930), recibirá el próximo otoño el homenaje de la Diputación Foral de Gipuzkoa por su "incansable y pionero trabajo en favor de la memoria histórica y de la memoria reciente" del País Vasco, tal y como ha anunciado hoy la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza. La Dirección Foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, en colaboración con el Ayuntamiento de Lazkao y la Comunidad Benedictina de Lazkao, organizará el acto de reconocimiento que tendrá lugar en el propio municipio. Se reconocerá así la contribución realizada durante más de medio siglo por este religioso nacido en Alegia a la memoria reciente de nuestro país, mediante el desarrollo y la preservación de un fondo archivístico y documental fundamental para el conocimiento de la historia vasca contemporánea.
"Aunque todavía nos quede un recorrido por hacer, afortunadamente, en las últimas décadas hemos avanzado mucho en el conocimiento y desarrollo de la memoria histórica y reciente del País Vasco. Para que esto sea así, en Gipuzkoa y en el conjunto de Euskadi muchas personas, asociaciones e instituciones han realizado una ingente labor, siendo una de ellas, sin duda alguna, Juan Joxe Agirre", ha señalado la diputada general tras mantener un encuentro con el fraile benedictino en Lazkao. Porque, en su opinión, Agirre tuvo "la visión y la valentía" de empezar a recopilar materiales relacionados con la cultura y la política vascas, incluso cuando nuestra sociedad se encontraba “en la oscuridad de la dictadura". "Y por si esto fuera poco, por encima de las amenazas que ha sentido y recibido, ha continuado con ese trabajo y ha dedicado todo su conocimiento y toda su vida a ese esfuerzo, creando un fondo fundamental para conocer la historia de nuestro pueblo y todo lo que ha ocurrido en las últimas décadas en nuestro país, siempre con vocación de ponerlo a disposición de investigadores e investigadoras, así como del conjunto de la sociedad", ha añadido.
Por eso, en opinión de Mendoza, reconocer la labor "incansable y pionera" de Agirre también supone "contribuir a una memoria reciente que sea justa, a la profundización de la cultura democrática" en nuestro territorio y en nuestro país. "Para no repetir los errores del pasado, para garantizar la convivencia presente y futura, un pueblo debe poder analizar y conocer su historia. Si queremos ser un territorio y un país avanzado, avanzar en una sólida cultura política democrática basada en los Derechos Humanos, es fundamental contar con este tipo de infraestructuras y espacios documentales. Son fundamentales para que las personas investigadoras e historiadoras y las sociedades comprendan mejor su pasado y su presente", ha subrayado la diputada general.
Tras hacerse cargo en 1970 de la biblioteca del Monasterio de los Benedictinos de Lazkao, siguiendo los estudios de Biblioteconomía recibidos en la abadía de Montserrat, Agirre comenzó a recabar fondos que por aquel entonces no se solían conservar en el resto de bibliotecas y archivos: los que tenían un formato especial –panfletos, carteles, pegatinas, etc.- y los que se editaban en el exilio y en la clandestinidad. Así, durante todos estos años se ha ido creando un gran archivo de temas vascos en el monasterio de los Benedictinos de Lazkao, salvando de la desaparición y poniendo a disposición de las personas investigadoras gran parte del patrimonio documental vasco de las últimas décadas.
Desde 2011, el fondo creado por Agirre es gestionado por la fundación Lazkaoko Beneditarren Fundazioa, en el archivo construido junto al monasterio. La fundación fue creada por la comunidad benedictina, el Ayuntamiento de Lazkao y la Diputación Foral de Gipuzkoa, para dar continuidad y apoyo al trabajo realizado por el archivero benedictino. En la actualidad alberga, entre otros, 80.000 carteles, 35.000 pegatinas, 8.000 revistas, más de 150 colecciones documentales y 70 archivos recibidos en donación, todos ellos fundamentales para el estudio y conocimiento del desarrollo histórico contemporáneo de Gipuzkoa y de Euskadi.
Agirre ha recibido diversos reconocimientos por su trayectoria laboral y vital; la primera, concretamente, fue el Premio Sabino Arana, en 1995. Le siguieron el Premio Argizaiola de la Feria del Libro y del Disco Vasco de Durango (1998), la pluma honorífica de Euskal Pen Kluba (2007), el nombramiento como hijo predilecto de Alegia, el Premio Galtzaundi de Tolosa (2009) o el Premio Manuel Irujo (2009), entre otros.