Miembros de la Gazte Asanblada de Burlada continúan encadenados desde la mañana en la fachada del Ayuntamiento de Burlada para denunciar que “el Gaztetxe se encuentra en riesgo inminente de ser desalojado a causa de la falta de voluntad del Ayuntamiento para alcanzar un acuerdo”. Más concretamente, dos jóvenes militantes del colectivo han fijado sus cuellos a una barandilla de la fachada trasera del edificio consistorial ubicada a unos 12 metros del suelo; y han desplegado una pancarta donde se podía leer: “Desalojoari aurre egin, Gaztetxea defendatu! (Hagamos frente al desalojo. ¡Defendamos el Gaztexe!).
Las jóvenes siguen encadenadas en la fachada exterior, a unos 12 metros de altura, y expuestas a las condiciones meteorológicas, y según han comentado desde el Gaztetxe aseguran no tener opción para desencadenarse, por no contar con la llave que abre el candado. El ayuntamiento ha cerrado sus puertas estando ellas todavía adentro.
MIentras, un grupo de jóvenes se ha reunido para mostrar apoyo a las jóvenes.
Por otra parte hace escasos minutos ha ardido un contenedor junto al actual Gazteleku de Burlada.
El Gaztetxe se encuentra ubicado a orillas del río Arga en Burlada, en un edificio de propiedad municipal, afectado por las obras del proyecto municipal Nogalera 2025. Este proyecto busca paliar las consecuencias negativas de las avenidas del rio en las inmediaciones de este, y sus obras darán comienzo en escasas semanas.
Según la Gazte Asanblada de Burlada, “el colectivo no ha buscado entorpecer el proyecto, pero lleva más de un año recibiendo negativas a pesar de haber planteado multitud de alternativas” al equipo de Gobierno de la localidad, formado por las agrupaciones Zurekin-Aldatuz, Geroa Bai y EHBildu, y cuya alcaldía pertenece a ese último. Dicen “haberse mostrado dispuestos a adaptar su actividad a diferentes circunstancias”, y aseguran que, “pese a haber aceptado sentarse junto con representantes de la Asamblea, el equipo de gobierno no ha mostrado voluntad alguna para explorar vías que ayuden a saciar las necesidades de un proyecto que cuenta con una gran participación por parte de la juventud de la localidad”. Es más, denuncian también que “han aprovechado la situación de incertidumbre para tratar de condicionar la actividad de propaganda de la Gazte Asanblada”, lo que en palabras de esta “atenta gravemente contra sus derechos políticos”.
Frente a la exigencia del ayuntamiento de vaciar el Gaztetxe y entregar las llaves del inmueble para el 15 de marzo. Sin embargo, la Gazte Asanblada anticipó que “no dejaría el espacio si no había garantías para seguir adelante con el proyecto”. Por ello, la Asamblea optó el pasado martes por realizar una última propuesta que incluía “únicamente aquello que consideran indispensable para evitar que el proyecto desaparezca” Así, declaraban que “la pelota quedaba ahora en el tejado del Ayuntamiento”, quien en palabras del colectivo “tiene en su mano evitar un desenlace violento”, ya que consideran que “el desalojo forzoso del inmueble no beneficiaría a ninguna de las partes”.
Una vez más, la Asamblea denuncia “que el Ayuntamiento sigue sin mostrar voluntad”, y ha optado por desobedecer la exigencia de vaciar el inmueble, asumiendo el riesgo a ser desalojados en cualquier instante. Así, la acción de esta mañana es parte de la campaña de denuncia que han puesto en marcha, y busca “visibilizar la situación y sumar fuerzas para hacer frente al desalojo”. En esa línea, hace algo más de una semana una decena de colectivos juveniles de Pamplona y comarca anunciaban su compromiso de “defender el espacio y expandir la lucha a sus pueblos y barrios”.