Olite volvió a convertirse este sábado en capital simbólica de la cultura navarra. En el majestuoso Salón del Rey del Palacio Real, la Presidenta María Chivite entregó el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2025 a los cineastas Amaia Remírez y Raúl de la Fuente, impulsores de la productora Kanaki Films. Un reconocimiento que distingue su compromiso con una forma de contar lo real desde la empatía, desde abajo, desde los ojos de quienes sufren.
«Su trabajo está lleno de verdad. Una verdad sustentada en el testimonio, en la pura realidad, en lo que hay ahí fuera, más allá de nuestro espacio de confort», subrayó Chivite. La Presidenta destacó el papel de la cultura como baluarte frente al autoritarismo y como garante de la libertad crítica. «Frente a la tentación autoritaria: más cultura, más pensamiento, más arte, más democracia», reclamó.
Con este galardón, Navarra reconoce una trayectoria de más de dos décadas en la que Remírez y De la Fuente han dado forma a documentales que no solo narran, sino que interpelan. Historias incómodas, necesarias, que han recorrido cárceles, minas, calles y conflictos. Desde Sierra Leona hasta Bolivia, desde la minería artesanal a las secuelas de la guerra. Obras como Un día más con vida (Goya 2019), Minerita (Goya 2013), La fiebre del oro o El Infierno son piezas clave de un cine que no huye, que observa, que se compromete.
El realizador Iñaki Alforja, encargado de pronunciar la laudatio, resumió así su mirada: «Kanaki no hace documentales, construye puentes». Y recordó la máxima de Kapuściński: “Los cínicos no sirven para este oficio”.
Por su parte, Amaia Remírez y Raúl de la Fuente compartieron un agradecimiento emocionado, dirigiéndose especialmente a quienes han protagonizado sus películas: “Niñas en situación de calle, raperos, madres que buscan a sus hijos, mineros, artistas vudú… gente diversa de la que hemos tenido la fortuna de aprender”. También reivindicaron la cultura como “un espacio de lucha y transformación social”, citando a Paulo Freire: “La cultura no pertenece a las élites, aunque solo unos pocos lo sepan”.
En esta 36ª edición del galardón, la ceremonia volvió a Olite / Erriberri en el arranque de un año que conmemorará el centenario del Palacio como Monumento Nacional y los 600 años de la muerte de Carlos III el Noble. La música del Ensemble Sinfonía Navarra envolvió un acto cargado de simbolismo y compromiso.
Con este reconocimiento, Navarra no solo premia una filmografía valiente, sino que se abraza a una forma de mirar el mundo que no aparta la vista. Una mirada que duele, que conmueve, pero que, como recordó Chivite, “abre camino a la mejora”. Una mirada necesaria.
Redacción Pamplona Actual.com