El Departamento de Cohesión ha iniciado los trámites para llevar a cabo las expropiaciones necesarias para la Segunda Fase del Canal de Navarra. Con la publicación este jueves en el Boletín Oficial de Navarra (BON) de las órdenes forales pertinentes, se avanza en la expropiación de unas 700 hectáreas, considerado un paso decisivo para esta obra estratégica, según el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite.
Las órdenes forales publicadas corresponden a los cinco tramos constructivos de la Segunda Fase del Canal, que incluyen las balsas de Mostrakas y Tudela. Estos afectan a aproximadamente 1.500 parcelas, sobre las cuales se desarrollarán los 74 kilómetros de trazado necesarios para completar esta fase. El Departamento de Cohesión Territorial está gestionando los trámites, mientras que el coste de las expropiaciones será cubierto por Canal de Navarra S.A. (CANASA).
El Canal de Navarra como eje vertebrador
El consejero Chivite ha subrayado el compromiso del Ejecutivo foral con el proyecto. Según sus palabras, el Canal de Navarra es esencial para la cohesión social, económica y territorial. La infraestructura no solo mejorará el suministro de agua en la Ribera, sino que también es una prioridad para el Gobierno de Navarra debido a su importancia estratégica.
La disposición de agua en la Ribera, gracias a la Segunda Fase, es un elemento crucial que convierte esta infraestructura en una prioridad para el Gobierno de Navarra. Chivite ha destacado que el proyecto impulsará el sector primario y la industria agroalimentaria, además de asegurar el suministro de agua de calidad para miles de personas.
Impacto en el desarrollo territorial y cambio climático
La infraestructura también permitirá un desarrollo territorial equilibrado y una mejor adaptación a los retos del cambio climático. El consejero Chivite ha considerado que la Segunda Fase del Canal de Navarra supondrá un impulso definitivo para lograr un abastecimiento hídrico robusto y relanzar sectores clave en la región.
El avance en las expropiaciones es un paso crucial para el desarrollo de esta obra estratégica, que busca fortalecer el territorio y la economía local. La importancia del Canal de Navarra radica en su capacidad para vertebrar distintas áreas del Estado español, promoviendo un desarrollo sostenible y equilibrado.
El proyecto no solo tiene implicaciones locales, sino que también refuerza la capacidad del Estado español para enfrentar desafíos hídricos y climáticos. La Segunda Fase del Canal de Navarra se presenta como una solución integral para mejorar la gestión del agua en la región y garantizar un futuro más sostenible.