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Navarra actualiza su espíritu solidario con una nueva Ley Foral que impulsa el voluntariado del siglo XXI

La norma, que llegará al Parlamento tras casi tres décadas sin cambios, abre la puerta al voluntariado digital y corporativo, y refuerza la formación

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  • Imagen de grupo de la Fiesta de Voluntariado/ARCHIVO

El Gobierno de Navarra ha dado un paso decisivo para actualizar y fortalecer una de las señas de identidad más arraigadas de la comunidad: el compromiso ciudadano con el trabajo en beneficio de la colectividad. El Ejecutivo foral ha aprobado el proyecto de una nueva Ley Foral de Voluntariado, una norma llamada a sustituir a la vigente desde hace más de 27 años y que aspira a situar a Navarra en la vanguardia del compromiso social de cara a 2026.

El anuncio lo ha realizado el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad, Félix Taberna, tras la sesión de Gobierno en la que se dio luz verde al texto, que ahora iniciará su tramitación parlamentaria. La futura ley nace con un objetivo claro: adaptar el voluntariado a los profundos cambios sociales, tecnológicos y organizativos que han transformado la manera de participar de la ciudadanía.

El nuevo marco normativo amplía el concepto tradicional de voluntariado para dar cabida tanto a formas estables como a colaboraciones puntuales o microvoluntariados, y reconoce por primera vez la acción voluntaria presencial, digital y virtual. Entre las principales novedades destaca la regulación del voluntariado corporativo, entendido como una expresión de responsabilidad social empresarial que refuerza la cohesión interna de las compañías y amplía su impacto positivo en la sociedad.

La formación y el reconocimiento de las personas voluntarias constituyen otro de los pilares de la ley. Para ello, se prevé un sistema oficial de acreditación de las competencias adquiridas a través de la experiencia voluntaria y la creación de la Escuela de Acción Voluntaria, concebida como un espacio común para coordinar y unificar la oferta formativa del sector.

El texto también introduce una mirada inclusiva y participativa, otorgando un papel activo a colectivos tradicionalmente considerados únicamente como destinatarios de la acción voluntaria —personas con discapacidad, infancia, adolescencia o personas mayores— y reconociendo su capacidad para aportar a la comunidad. “Es necesario visibilizar a todos los agentes del voluntariado y trabajar en red”, subraya el proyecto legislativo, que impulsa alianzas entre entidades sociales, administraciones públicas, empresas y personas voluntarias.

El espíritu del auzolan, profundamente arraigado en la cultura navarra, se actualiza así para dar respuesta a las distintas formas de colaboración altruista de las más de 4.200 personas inscritas en la plataforma Navarra + Voluntaria, que colaboran actualmente con 204 entidades registradas. Sus ámbitos de actuación abarcan desde el apoyo escolar o el acompañamiento a personas mayores hasta la ayuda humanitaria, la mentoría, la formación de colectivos en riesgo de exclusión o la promoción del comercio justo.

La ley aspira, además, a consolidar el voluntariado como motor de cambio social, igualdad y cohesión territorial. No en vano, casi la mitad de la población navarra (44,4%) afirma haber participado alguna vez en iniciativas solidarias, una cifra que sitúa a la comunidad a la cabeza del Estado, según el II Estudio del Voluntariado en Navarra.

Con perspectiva de género y especial atención al ámbito rural, la norma reconoce el valor de la acción comunitaria para mantener vivos los pueblos y fortalecer el sentimiento de pertenencia. También refuerza el carácter inclusivo del voluntariado, garantizando medidas de accesibilidad y apoyo para personas con discapacidad, y abre la puerta a la participación desde edades tempranas, permitiendo la colaboración a partir de los 12 años con las debidas garantías.

El texto, elaborado mediante un amplio proceso participativo, se articula en 43 artículos y diversas disposiciones adicionales, transitorias y finales, y regula de manera detallada los derechos y deberes de personas voluntarias, entidades y beneficiarios. Además, consolida la Red Navarra del Voluntariado y otorga rango jurídico a la plataforma digital ‘Navarra más voluntaria – Nafarroa, Orotan Lagun’, que se afianza como punto de encuentro entre ciudadanía y entidades solidarias.

Con esta nueva Ley Foral, Navarra actualiza su tradición solidaria y reafirma el voluntariado como una herramienta clave para construir una sociedad más cohesionada, justa y comprometida con el bien común.

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