

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El nuncio apostólico de Su Santidad en España, Bernardito Auza, ha advertido de que el suicidio, particularmente, entre los jóvenes es «una tragedia» para «toda la Iglesia, la sociedad y la humanidad» y ha propuesto «no escatimar» las ayudas a la familia como forma de «prevención» frente a este problema.
«Nunca está de más subrayar la importancia de un ambiente familiar sano y acogedor en la valoración y floración de la vida. Previene, por ejemplo, que personas, en particular entre los jóvenes, decidan acabar su vida mediante el suicidio, el cual sigue siendo la principal causa de muerte no natural en España», ha advertido Auza, este lunes, durante su intervención en la apertura de la CXX Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
En concreto, ha citado las estadísticas que «señalan en España 10 muertos por suicidio y 200 intentos de suicidio cada día, siendo así la principal causa de muerte en la juventud española».
«El suicidio no es una tragedia sólo del individuo, tampoco lo es sólo de la familia y de los amigos: es de toda la Iglesia; es de toda la sociedad; es de toda la humanidad», ha remarcado el nuncio, al tiempo que ha citado al poeta John Donne, cuando dice en ‘Meditación XVII’: «Nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti», que dio pie al título de la popular novela de Ernest Hemingway ‘¿Por quién doblan las campanas?’.
El nuncio ha indicado que las campanas «doblan con dolor» siempre que muere una persona, más aún «cuando un hermano acaba su vida de un modo tan trágico, también cuando se le facilita que acabe con su propia vida».
Por todo, ello, Auza ha exigido que se ofrezca a la familia «el pleno apoyo eclesial y de toda la sociedad» y «no escatimar su ayuda».
Además, ha insistido en que «urge, ahora más que nunca, ayudar a la familia, en el contexto de un ‘invierno demográfico’ que ya es una realidad en España».
Según ha apuntado, citando los datos provisionales facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer semestre de este año 2022, nacieron 158.816 bebés y fallecieron 234.225 personas, con un saldo vegetativo negativo de más de 75.000 «en solo seis meses». Además, ha añadido que los datos respecto a los dos años de la pandemia «son aún más alarmantes».
Además, ha indicado que, pese al saldo vegetativo negativo que se verifica en España desde hace un lustro, «se constata que son los inmigrantes los que llevan a España a un ligero incremento demográfico».
Ante esta situación, el nuncio considera que existe en España una «doble necesidad de políticas que favorezcan a las familias superar los desafíos reales, y les faciliten tener los hijos, así como de políticas para gestionar en toda legalidad y humanidad el flujo migratorio».
En este contexto, ha incidido en que la Iglesia no solo «no puede sustraerse de esta realidad», sino que «tiene que liderar iniciativas y programas» para que España pueda hacer frente a esos desafíos, y mirar al prójimo «no como un extraño» sino «con empatía, con solidaridad, no con desprecio o enemistad».
UNA RESPUESTA ADECUADA A LOS ABUSOS
Por otro lado, sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia, el nuncio del Papa en España ha agradecido a los obispos españoles la elaboración «en perfecta sintonía» con el Papa, de un protocolo marco de prevención y actuación en caso de abuso, que permite a la Iglesia disponer de «una norma renovada y vigente» y, a la sociedad, «ver con claridad el compromiso de la Iglesia en la protección de menores y prevención de abusos». «Siempre hay que dar una respuesta adecuada a estas situaciones en el ámbito eclesial», ha remarcado.
Asimismo, respecto a este «delicado» tema, Auza ha recomendado «vivamente» a los obispos que, ante casos de abusos, acudan al Tribunal de la Rota Romana dentro de los parámetros que la Santa Sede establece.
«Puede ayudarles con solvencia ya que posee aquellas notas que se exigen a la hora de aplicar el Derecho en estos procesos, como son la experiencia, calidad y pericia de sus miembros, su imparcialidad, su independencia, el debido respeto a la presunción de inocencia y al derecho de defensa, y demás garantías exigidas a todo proceso penal que se precie, ya sea por vía judicial o administrativa», ha precisado.
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