El PSC ha vuelto a ganar las elecciones en Cataluña como ya ocurriera hace tres años y tiene en su mano esta vez poder gobernar bien de la mano de un tripartito con ERC y los Comuns, o en minoría. Sin embargo, los pactos postelectorales parecen endiablados tras el anuncio del todavía presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès, quien ha reconocido la derrota y ha anunciado que su partido trabajará desde la oposición.
De momento, y con más de 98% de los os votos escrutados en las elecciones al Parlament de Cataluña, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), liderado por Salvador Illa, emerge como el claro vencedor con 42 escaños, lo que representa el 27,94% de los votos y superando hasta las previsiones más optimistas de las encuestas. Esta victoria coloca al PSC en una posición destacada, superando a Junts, encabezado por Carles Puigdemont, refugiado en Francia, y que obtuvo 35 escaños y un 21,63% de los votos (3 diputados más que en 2021. Por su parte, el partido de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) cayó desde los 33 escaños a los 20 escaños con un 13,68% de los votos, y es el más perjudicado de la noche electoral.
El escrutinio revela un panorama político diverso en el Parlament, con otras fuerzas representativas como el Partido Popular (PP) que emerge desde los 3 escaños de 2021 con 15 escaños y un 10,97% de los votos, y Vox que mantiene sus 11 escaños y un 7,95%. La coalición de los Comuns-Sumar logró 6 escaños con un 5,81% de los votos (pierde 2), seguida por la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) con 4 diputados y un 4,09%. Aliança Catalana entra en el Parlament con 2 escaños, mientras que Ciudadanos, que ganó en 2017 tras el 155 quedó fuera del Parlament por primera vez,.
El resultado electoral marca un cambio significativo en el panorama político catalán, ya que el bloque independentista pierde la mayoría absoluta que había mantenido en anteriores legislaturas. Ante estos resultados, Aragonès califica los resultados de su formación como "muy malos", lo que implica un replanteamiento político y estratégico para ERC en los próximos años, con riesgo de repetición electoral ante un bloque en las posturas.
