Los trabajadores de Tenerías Omega de Villatuerta han celebrado este jueves una manifestación por las calles de Estella-Lizarra para mostrar su rechazo al cierre de la planta. La movilización ha sido impulsada por el Comité de Empresa, compuesto por 3 delegados de LAB, 1 de ELA y 1 independiente, quienes también han convocado una asamblea previa para coordinar acciones en defensa de los 79 puestos de trabajo que están en peligro
El Comité ha expresado su intención de luchar contra la decisión de liquidar la empresa y extinguir los empleos, planteando futuras movilizaciones para revertir la situación. La protesta de este jueves es la primera de una serie de acciones que buscan revertir el cierre previsto y defender sus derechos laborales.
Rechazo a la propuesta de despidos
El pasado martes 1 de octubre, la dirección de Tenerías Omega convocó a los representantes del Comité de Empresa para entregarles una propuesta de Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En la reunión, la empresa defendió la firma del acuerdo como una manera de agilizar los trámites para que los trabajadores recibieran sus indemnizaciones de manera rápida, dado que se encuentran en situación de ERTE desde el 2 de septiembre.
Sin embargo, el Comité de Empresa denunció que la propuesta no ofrece más que lo estipulado por la ley: una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope de 365 días de salario. Además, la empresa dejó claro que no asumiría el coste de las indemnizaciones, y que sería el FOGASA el encargado de abonarlas, lo que podría implicar que algunos empleados no cobren todo lo que les corresponde.
Críticas a la dirección y la administración concursal
La postura del Comité ha sido firme desde el primer momento: rechazan de pleno firmar el acuerdo. Además, han criticado abiertamente la actitud de la dirección, que según denuncian, está presionando a los trabajadores con insinuaciones de que si no aceptan los despidos con acuerdo, los trámites para cobrar las indemnizaciones podrían alargarse más de lo previsto.
Además, el Comité de Empresa también ha dirigido sus críticas hacia la Administración Concursal, a la que acusan de aliarse con la empresa para forzar la firma del acuerdo sin negociar mejoras para los empleados. El rechazo del Comité es tajante: no están dispuestos a aceptar la extinción de sus puestos de trabajo sin una negociación real que contemple alternativas justas.
En junio, la empresa ya había solicitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para 13 trabajadores. Aunque se acordó prolongar las negociaciones, la empresa finalmente desestimó el acuerdo y, sin informar al Comité, solicitó el concurso de acreedores. Posteriormente, en agosto, la dirección presentó un nuevo ERTE para toda la plantilla, coincidiendo con el periodo vacacional, lo que impidió al Comité participar activamente en el proceso.
La aplicación de este ERTE comenzó el 2 de septiembre, y fue solo un mes después cuando la empresa informó al Comité de que se encontraban en proceso de concurso de acreedores y que la liquidación de la compañía era inminente.
El Comité ha dejado claro que no va a aceptar esta situación sin dar batalla. Denuncian que la falta de transparencia y la mala gestión de la dirección han provocado una situación que podría haberse evitado, y exigen que se ofrezcan soluciones negociadas para evitar el cierre.