Especialistas nacionales se han dado cita en las I Jornadas de Inmunoterapia del Cáncer Hepático, un encuentro organizado por el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) en Madrid para compartir los avances más recientes en el tratamiento del cáncer de hígado. El evento ha reunido a investigadores y clínicos de distintas disciplinas, poniendo el foco en el impacto de la inmunoterapia en sus distintas formas, contra el hepatocarcinoma y el colangiocarcinoma, los dos tipos más frecuentes de cáncer de hígado.
El Dr. Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica y coordinador del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas del CCUN, ha señalado que los estudios recientes han demostrado el impacto transformador de la inmunoterapia en pacientes con cáncer de hígado en estadios avanzados. “Hemos constatado que estos tratamientos pueden extender la supervivencia a años en lugar de meses, manteniendo una buena calidad de vida. Hemos acaparado una enorme cantidad de información, a veces compleja, que debe ser transmitida a los pacientes de forma clara y rigurosa, para que puedan y sepan tomar las mejores decisiones de forma conjunta con los especialistas”.
Por su parte, el Dr. Josepmaria Argemí, hepatólogo del CCUN e investigador en el Programa de Biología y Terapias de ARN del Cima, ha subrayado que la doble inmunoterapia, así como la combinación de inmunoterapia con inhibidores de la angiogénesis, se han convertido en el tratamiento estándar para hacer frente al hepatocarcinoma avanzado. “A pesar de estos avances, en un tercio de los pacientes no se logra un control adecuado del crecimiento del tumor, lo que nos ha llevado a enfatizar la necesidad de investigar nuevas combinaciones para mejorar la eficacia”. Asimismo, ha señalado que numerosos ensayos clínicos están evaluando el papel de la inmunoterapia en estadios tumorales más precoces, “un ámbito en el que esperamos que se transforme el abordaje de la enfermedad”.
El Dr. Ignacio Matos, especialista del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas del CCUN y experto en desarrollo precoz de fármacos, ha destacado la importancia de identificar patrones de respuesta atípicos asociados a la inmunoterapia, como la pseudoprogresión o la disociación de respuesta. “Hemos abordado la categorización y la evaluación temprana de estos fenómenos, que resultan clave para que los pacientes puedan aprovechar al máximo los beneficios de estas terapias avanzadas”.
La Dra. Sandra Hervás, investigadora principal del grupo de investigación en Terapia Celular Adoptiva del Cima Universidad de Navarra, ha puesto el foco en los resultados alentadores de las terapias celulares como las células CAR-T anti-glipican 3 en pacientes con hepatocarcinoma avanzado. “Hemos observado un gran potencial en el uso de estas células ‘armadas’ con receptores doblemente negativos de TGF-β, que podrían cambiar el paradigma terapéutico”. Además, ha destacado que las terapias TCR personalizadas están avanzando rápidamente en ensayos clínicos y prometen ser protagonistas en el tratamiento de tumores hepáticos en el futuro.
El Dr. Mariano Ponz, oncólogo médico del Área de Cáncer de Hígado y Páncreas del CCUN, ha puesto en valor la riqueza de las discusiones generadas durante el encuentro, especialmente en el intercambio de conocimientos entre expertos en investigación básica y clínica. “La posibilidad de reunir a especialistas de campos diversos ha permitido analizar en profundidad datos de ensayos clínicos en marcha y buscar formas de beneficiar al mayor número posible de pacientes. Aunque los avances son significativos, necesitamos seguir impulsando la investigación clínica para preparar la próxima generación de tratamientos inmunoterápicos contra el colangiocarcinoma y el hepatocarcinoma”.
Según el informe "Las cifras del cáncer en España 2024” de la Sociedad Española de Oncología Médica”, el cáncer de hígado supone el 2,3 % de todos los diagnósticos oncológicos registrados en el país. En 2022 se estimaron 6.604 nuevos casos (5.100 en hombres y 1.504 en mujeres), ocupando el puesto 13º entre los tumores sólidos más comunes. Aunque la incidencia se ha mantenido estable desde 1993, su mortalidad sigue siendo significativa: en 2020, junto con los tumores de las vías biliares intrahepáticas, causó aproximadamente 5.021 fallecimientos, lo que lo sitúa entre los seis tipos de cáncer más mortales en España.