Pamplona cuenta desde el pasado 6 de diciembre con un nuevo bar restaurante que ha llegado dispuesto a hacerse un hueco entre los locales de referencia de la ciudad. El Gato Bigotón, situado en la calle Olite número 4, ha abierto sus puertas con una propuesta clara y reconocible: cocina casera, producto bien trabajado y dos especialidades que marcan el carácter del establecimiento desde el primer día, el jamón asado y la tarta de queso.
El proyecto nace con la ilusión de quienes apuestan por la hostelería tradicional adaptada a los gustos actuales. Lejos de propuestas complicadas o excesivamente sofisticadas, El Gato Bigotón reivindica el valor de los sabores de siempre, bien ejecutados, con recetas artesanas y una atención cercana. Desde su inauguración, el local ha despertado la curiosidad de vecinos y visitantes, atraídos por una carta amplia y pensada para cualquier momento del día.
El gran protagonista indiscutible de la casa es el jamón asado, convertido en auténtico estandarte del local. Se trata de un producto que no es habitual encontrar en el centro de Pamplona y que aquí se elabora con una receta propia, cuidando tanto la materia prima como el proceso de cocinado. El resultado es un jamón jugoso, lleno de sabor y con una textura muy reconocible, que se ha ganado rápidamente el favor de los clientes.
Este jamón asado se ofrece de diferentes formas, desde raciones para compartir hasta su versión más popular: los bocadillos a la plancha. En El Gato Bigotón han apostado fuerte por este formato, recuperando el bocadillo caliente de toda la vida, bien planchado y generoso. A partir del jamón asado surgen varias combinaciones, algunas más clásicas y otras más elaboradas, que permiten disfrutar del producto principal de maneras diferentes.
Entre los bocadillos más destacados se encuentran los de jamón asado simple, perfectos para quienes buscan el sabor más puro, y propuestas más elaboradas como el Bigotón Gourmet, que combina el jamón con cebolla caramelizada, tomate y una mostaza de miel que aporta un punto dulce y equilibrado. También hay bocadillos de bacon o jamón tradicional, siempre pasados por la plancha, pensados tanto para una comida informal como para una cena rápida.
Junto al jamón asado, otro de los grandes reclamos del local es su tarta de queso casera, que se ha convertido en uno de los postres más comentados desde la apertura. Inspirada en el estilo de las famosas tartas de queso del norte, especialmente las de San Sebastián, la tarta de El Gato Bigotón apuesta por una textura cremosa, un sabor intenso y una elaboración completamente artesanal. Se prepara con productos naturales y con una receta propia que busca el equilibrio entre suavidad y carácter.
La tarta de queso no es un complemento más dentro de la carta, sino una apuesta decidida por ofrecer un postre de calidad, capaz de cerrar cualquier comida con nota alta. Muchos clientes llegan ya preguntando directamente por ella, y no son pocos los que la piden incluso para llevar, convirtiéndola en otro de los símbolos del establecimiento.
Más allá de estas dos especialidades, El Gato Bigotón presenta una oferta amplia y variada, pensada para adaptarse a distintos públicos y momentos del día. Desde primera hora de la mañana, el local abre sus puertas para ofrecer desayunos, pinchos y cafés, convirtiéndose en un punto de encuentro habitual para quienes empiezan la jornada en la zona.
A la hora del vermú, la barra se llena de pinchos, fritos y raciones, con una selección que incluye embutidos de calidad y tablas de quesos cuidadosamente seleccionados, con variedades de oveja, cabra, curados y azules. Todo ello pensado para compartir, acompañar con un buen vino o simplemente disfrutar de un aperitivo relajado de la mano de Petroni, Izaguirre o el vermú de la casa “el gato bigotón”.
El apartado de vinos es otro de los aspectos que el local quiere cuidar especialmente. La carta apuesta de manera clara por el vino navarro, con la idea de ir rotando referencias y bodegas, destacando diferentes variedades de uva y estilos. Además, se contempla la posibilidad de realizar pequeños maridajes, especialmente con quesos y jamón, para realzar los sabores y ofrecer una experiencia más completa. Junto a los vinos navarros, también hay espacio para otras denominaciones, como Ribera del Duero o Verdejo, siempre con una selección accesible y pensada para todos los gustos.
Para quienes buscan una comida más completa, El Gato Bigotón ofrece menú del día y menú de fin de semana, elaborados con cocina casera y a un precio ajustado. Callos, manitas, ajoarriero, chorizo a la sidra proponen degustar manjares de siempre a un precio muy ajustado.
El local cuenta con comedor interior, con capacidad aproximada para unas 35 personas, lo que permite acoger tanto comidas de trabajo como reuniones familiares o celebraciones informales. La cocina, basada en recetas tradicionales, refuerza la idea de un bar restaurante de los de siempre, donde se come bien y sin complicaciones.
Por la noche, la propuesta se adapta a un ambiente más distendido, con raciones, platos combinados, huevos rotos y bocadillos calientes, ideales para cenas informales o para compartir entre amigos. La música, el ambiente cercano y la atención profesional completan una experiencia pensada para que el cliente se sienta cómodo y quiera volver.
El establecimiento también contará, en breve, con terraza exterior, con varias mesas disponibles, lo que amplía el espacio y permite disfrutar de la oferta del local al aire libre cuando el tiempo acompaña. Además, El Gato Bigotón ha incorporado elementos originales, como un sistema de cerveza de gran formato para compartir en mesa, pensado para grupos y reuniones, que está teniendo una excelente y sorprendente acogida entre los clientes.
Otro de los puntos fuertes del proyecto es el equipo humano que hay detrás. El personal cuenta con una amplia experiencia en hostelería y apuesta por un trato cercano y profesional. La cocina, liderada por una cocinera con trayectoria, refuerza el carácter casero y constante de la propuesta gastronómica.
El Gato Bigotón también ofrece la posibilidad de encargos y pedidos para llevar, especialmente de sus productos estrella como el jamón asado, la tarta de queso y los bocadillos. Esta opción amplía su alcance y permite disfrutar de su cocina fuera del local, ya sea en casa o en celebraciones.
Con una propuesta honesta, basada en el producto y en el saber hacer, El Gato Bigotón inicia su andadura en Pamplona con la intención de consolidarse como un bar restaurante de referencia. Su apuesta por el jamón asado como seña de identidad y por una tarta de queso casera que ya está dando que hablar son dos razones de peso para acercarse hasta la calle Olite 5 y descubrir un local que combina tradición, calidad y buen ambiente.
Dirección: calle Olite, 4 (Pamplona)
Reservas: 948 084078 · 678 230 954









