Tras una Nochevieja marcada por la estabilidad, la configuración atmosférica en la Península Ibérica sufrirá un giro radical en los primeros días del año. Según los últimos datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las altas presiones comenzarán a retirarse para dar paso a la entrada de una borrasca atlántica con frentes asociados que afectará de forma directa a ciudades como Pamplona.
Para el próximo 4 de enero, los pronósticos en la capital navarra ya apuntan a un ambiente de frío intenso y nieve, marcando el inicio de un episodio invernal que podría alcanzar su punto álgido durante el fin de semana.
Nevadas generalizadas para el Día de Reyes
La incertidumbre propia de las predicciones a medio plazo todavía impera, pero los modelos actuales de la AEMET señalan que el 5 de enero las precipitaciones en forma de nieve podrían ser mucho más extensas en gran parte del país. Este cambio de tiempo se debe al choque entre diferentes masas de aire y al recorrido definitivo que realicen las borrascas a su paso por el territorio nacional.
De cumplirse los pronósticos, el Día de Reyes buena parte de España, incluida Pamplona, podría amanecer teñida de blanco. La previsión actual sitúa la nieve en una parte considerable de la mitad sureste del país en cotas relativamente bajas, lo que obligará a mantener la vigilancia sobre la evolución de este frente atlántico en las próximas jornadas.
Incertidumbre en la trayectoria de la borrasca
La Agencia subraya que el alcance exacto de este temporal dependerá del lugar específico por el que crucen los centros de baja presión. No obstante, el descenso de las temperaturas y la llegada de la inestabilidad parecen garantizados para el arranque de 2026, poniendo fin al periodo de calma anticiclónica con el que se despide el año.






