En una firme muestra de unidad, los trabajadores de Salinas de Navarra, conocida anteriormente como Potasas de Navarra, han decidido movilizarse para mejorar sus condiciones laborales. La empresa, que forma parte del grupo público CPEN, se encuentra en el centro de una creciente tensión entre su dirección y la plantilla, que acusa a la administración de imponer continuas restricciones y condiciones desfavorables.
El comité de empresa, compuesto por dos representantes de ELA, dos de CCOO y un independiente, ha sido la voz principal en esta lucha. En los últimos meses, el comité ha convocado una serie de asambleas donde los empleados han manifestado la urgente necesidad de actualizar el pacto de empresa de 2005. Este pacto ha sido el pilar de sus condiciones laborales, y la reciente decisión de la dirección de alterar el calendario laboral, obligando a trabajar los días 6 y 7 de julio, que tradicionalmente habían sido días de descanso, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Según la parte sindical, ell ambiente en la empresa ha ido empeorando en los últimos años. "La dirección, con sus imposiciones y su enfoque en la individualización de las condiciones laborales, ha contribuido a precarizar la situación de la plantilla, según denuncian los trabajadores. Ante esta situación, los empleados han decidido concentrarse y exigir que la dirección se siente a negociar la renovación de sus condiciones laborales", han insistido