La leche materna es un fluido vivo como la sangre y como la sangre, salva vidas. Es inimitable. No se puede fabricar. Salva las vidas de bebés muy prematuros que han nacido antes de tiempo o que están enfermos porque les protege frente a la amenaza de la enterocolitis necrotizante, enfermedad muy habitual por la que se necrosan sus intestinos y pueden fallecer. Además, sus factores de crecimiento, les ayudan a madurar gastrointestinalmente, a mejorar su neurodesarrollo, a un menor riesgo cardiovascular y les protege frente a infecciones presentes y futuras.
Para estos bebés es vital poder recibir leche materna, la cual, según evidencia científica, mejora su salud y reduce las estancias en las unidades neonatales, reduce el número de intervenciones con complicaciones y reduce la mortalidad neonatal. La ciencia, recomienda desde hace años, como mejor alternativa, que en caso de que los bebés prematuros o enfermos no puedan recibir leche de su propia madre, reciban la leche materna donada y pasteurizada de mujeres donantes sanas. No es sólo alimento es protección.
Hay una medicina que es la leche materna donada por otras madres que conocen el valor de la lactancia materna y que la donan de forma generosa a otras madres que han dado a luz bebés muy pequeños y frágiles, que debieran haber estado dentro del útero de sus madres hasta su completa formación para que puedan dársela a otros bebés hasta que ellas la empiezen a producir en suficiente cantidad para nutrir a sus propios bebés.
Amagintza grupo de apoyo, lactancia y maternidad de Navarra, ha venido solicitando en numerosas ocasiones desde el año 2004, tanto al Parlamento como a sus sucesivos gobiernos que se crease un banco de leche materna donada. La última vez que estuvimos en el Parlamento fue en abril del 2024. Todos los partidos políticos acordaron por unanimidad la creación del banco, sorprendiéndose de que, en ese momento, junto con la Rioja, íbamos a ser prácticamente la última comunidad autónoma en tener banco. A fecha de hoy ya somos la última comunidad y seguimos sin banco porque en el 2025 no hubo presupuesto para implantarlo. También hablamos con el director General de Salud, con Vicepresidencia y con Igualdad del Gobierno de Navarra. Está finalizando el 2025 y tan sólo se han destinado 8000 euros para realizar un estudio de viabilidad. Ayer añadieron otros 30.000 euros a ejecutar en el 2026 para traer leche de otro banco cercano, posiblemente Aragón o el País Vasco por lo que las madres navarras seguirán sin poder donar leche y vamos a depender de que haya excedentes en otras comunidades. Para nosotras no es una solución.
Esto quiere decir que los bebés prematuros que nacen en Navarra han estado y siguen estando en inferioridad de condiciones. No sabemos hasta cuándo será así. Europa tiene protocolos de obligado cumplimiento y legislación para que los Bancos de Sangre y Tejidos contemplen la leche materna entre los tejidos humanos a analizar y procesar. Aquí miran para otro lado. También quiere decir que para nuestro ejecutivo las vidas y el bienestar de las criaturas más frágiles que tenemos en Navarra no importan en absoluto. Estos bebés tendrán que afrontar peor calidad de vida al no disponer de la medicina que les va a ayudar a superar un inicio de la vida tan difícil y que los acompañará en su desarrollo.
Las madres somos generosas. Sabemos de la enorme importancia que tiene para todas las familias poder contar con esta leche. Son muchas las madres que acuden a Amagintza pidiendo información y preguntando dónde donar su leche. Desde ayer esta demanda se ha multiplicado por cien ya que les gustaría poder ayudar a Marina, a la que hemos puesto cara hoy mismo, que está luchando por su vida y por la de su bebé que tendrá que nacer prematuro para que ella pueda hacer su tratamiento contra el cáncer de mama.
A principios de esta semana una madre informaba a la Asociación Amagintza, a la que pertenezco desde hace 26 años, que tenía leche congelada que ya no iba a usar, que se la extrajo cuando su bebé fue intervenido con apenas 6 meses de una patología intestinal. No llegó a usarla y antes de caducar quería donarla para otros bebés necesitados. Se trataba de 8 botes de 250 ml, 23 botes de 90 ml y 4 bolsas de 140 ml. Más de cuatro litros y medio que podrían haber ayudado a tantos bebés con tan sólo tener la leche analizada y procesada lista para su administración. La madre nos mandó una foto de toda la leche que tendría que tirar por la fregadera siendo un total despropósito. Son muchas las madres que tienen que hacer lo mismo. Es intolerable.
Vemos una falta de voluntad política en resolver los problemas reales de las personas. Sabemos que hay muchos sanitarios a favor de la implantación del banco pero que se encuentran impotentes ante la incapacidad de gestionarlo por parte de quienes dirigen el complejo hospitalario de Navarra y por falta de una partida presupuestaria que permita hacer frente al poco costo que supondría su creación. Según estudios a los que hemos tenido acceso su puesta en marcha supondría unos 100.000 euros y su mantenimiento anual en torno a los 71.000 euros. La estancia diaria media en la unidad neonatal de un bebé al día estaba en torno a los 1.500 euros. Si la leche materna reduce su estancia hospitalaria en una semana piensen en el ahorro que supone contar con este banco. No es entendible que llevamos 20 años sin él. Actualmente hay 22 bancos de leche en España.
Los bancos de leche son un recurso sanitario que garantiza la recepción de leche materna de madres sanas para que los bebés prematuros e ingresados puedan recibirla. Son un importante recurso de ahorro del gasto familiar y sanitario, además de ser ecológico y sostenible. Es una herramienta razonable y efectiva para la promoción de la salud infantil y que sabemos que salva vidas, por ser, la leche materna, un agente antiinfeccioso de primer orden. Además, supone una inversión muy rentable para el sistema sanitario ya que por cada euro invertido hay un retorno de casi 20 euros. Al disminuir el tiempo de ingreso en neonatos se liberan recursos para más bebés. Es un tratamiento sostenible que garantiza la equidad y el mejor comienzo para los más vulnerables. ¿Para cuándo el banco de leche verdadero en Navarra?
Por Carmen María Martín Jiménez, miembro de la Junta directiva de Amagintza






