Los murales medievales que hay en la capilla de Sant Miquel del Monasterio de Pedralbes tienen unos setecientos años de antigüedad y, aunque se conserva la obra completa, es necesario restaurarlos para asegurar una correcta conservación. El proyecto se plantea como un modelo de excelencia que utiliza las técnicas más avanzadas para conservar, restaurar y difundir la pieza
En total se destinarán 250.000 euros procedentes del impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos (IEET) al proyecto, que durará unos doce meses y comenzará en el 2017. Durante este periodo se finalizará la restauración completa, la limpieza y la restitución de las pinturas murales de los dos paños laterales.
“La tasa turística debe repercutir en la ciudad“, ha declarado el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom. Y ha añadido: “Se aplicará para rehabilitar y destacar los espacios culturales de la ciudad.” Por su parte, el teniente de alcaldía de Empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni, ha destacado que esta partida servirá para “la investigación y la difusión de nuestro patrimonio medieval en una operación muy importante por su singularidad y el período histórico que representa”.
Se trata de la culminación de un proceso que comenzó en el 2014 con una primera fase de reparación, en la que se restauró completamente el panel central y el envigado de la capilla. Con esta segunda fase se restituirá una pieza única y excepcional de 100 metros cuadrados de paredes y techos decorados que se atribuye al taller de Ferrer Bassa.
Todo el proyecto ha contado con el asesoramiento de expertos internacionales y se han aplicado las técnicas más avanzadas, por lo que es uno de los más relevantes que se desarrollan actualmente en Europa. Con todo ello quiere darse a conocer el valor del monasterio y su patrimonio.
