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Denuncian a dos pescadores en Catalunya por usar un torpedo submarino

En dos actuaciones policiales distintas, en Roses (Girona) y en Palamós (Baix Empordà), agentes de la Unidad Regional de Medio Ambiente pillan dos pescadores ilegales  Efectivos de la Policía de la Generalitat – Mossos de […]

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En dos actuaciones policiales distintas, en Roses (Girona) y en Palamós (Baix Empordà), agentes de la Unidad Regional de Medio Ambiente pillan dos pescadores ilegales 

Efectivos de la Policía de la Generalitat – Mossos de la Unidad Regional de Medio Ambiente de Girona (URMA) llevaron a cabo dos actuaciones policiales haciendo funciones de prevención como inspectores de pesca donde sancionaron dos pescadores.

La primera de las actuaciones, el pasado 31 de mayo, efectivos de esta unidad especializada en medio ambiente inspeccionó una embarcación de un pescador profesional de coral rojo en el puerto de Roses. Dentro la embarcación los agentes localizaron un torpedo (scooter submarino), instrumento que se utiliza para desplazarse por debajo del agua de manera más rápida.
El hecho de llevar cualquier tipo de utensilio mecánico que ayude a facilitar la recolección del coral rojo está prohibido. Por estos motivos los mozos denunciaron al pescador para llevar dentro la embarcación un aparato prohibido y el decomisaron.
La segunda de las actuaciones, el pasado 16 de junio, tuvo lugar en la población de Palamós, cuando efectivos de esta unidad, también en el marco de hacer funciones de prevención como inspectores de pesca, hicieron una inspección en una embarcación de un pescador profesional de coral rojo en el puerto de Palamós.
En el marco de la inspección los agentes se encontraron dentro de la barca cuatro barreños llenos de equinodermos de la clase holothuroidea, también conocidos como pepinos de mar, de diferentes clases y tamaños. Al hacer las comprobaciones pertinentes, resultó que estos pepinos habían sido pescados y extraídos del mar sin permiso administrativo con un equipo de respiración a una profundidad de 15-20 metros y lanzándose al agua desde una embarcación.
 Esta práctica está totalmente prohibida, por lo que los mozos denunciaron al pescador por una infracción de la Ley de pesca 2/2010.
El total del hombre llevaba dentro del barco 70,80 kilogramos de holoturias. Además, al pescador denunciado se le localizó 19,30 kilogramos más de capturas de otros días, que tenía guardados en el almacén del puerto; por lo tanto el peso total de las capturas ilegales ascendía a 90,1 kilogramos.
Esta actuación está enmarcada dentro del acuerdo de colaboración entre la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos del Departamento de Agricultura y la Dirección General de la Policía con el objetivo de optimizar la lucha contra la pesca y la marisquería ilegal legal en Cataluña.

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