El FC Barcelona ha vuelto a saborear en Florida las buenas sensaciones dejadas durante la gira norteamericana y ha ganado al Real Madrid en el esperado Clásicodisputado en el Hard Rock Stadium, que ha presentado un anunciado ‘sold-out’ con la presencia de 66.014 espectadores que han disfrutado como nunca. Leo Messi, Ivan Rakitic y el MVP Gerard Piqué han sido los goleadores de un Barça que vuelve a casa con su primera International Champions Cup.
El duelo ha arrancado de forma trepidante. Leo Messi ha firmado el 1-0 en la primera llegada con peligro del FC Barcelona. Corría apenas el minuto 3. Pocos segundos después su nombre ha resonado por todo el estadio. Sin tiempo de digerir este primer impacto ha llegado el segundo. Esta vez ha sido Rakitic quien, con un disparo seco, ha superado a Keylor Navas.
El dominio era claramente azulgrana y el tercero debería haber caído mediante Suárez o nuevamente Rakitic. El gol, sin embargo, se ha producido en el área contraria, cuando Kovacic ha marcado con un preciso disparo desde la frontal, imposible para Cillessen.
La tónica ha seguido siendo la misma tras el gol blanco. El Barça ha gozado de varias ocasiones claras, ahora de Neymar Jr y de Messi, que no han acabado en gol de milagro. Una de éstas ha acabado convirtiéndose en el contragolpe que propiciaría el empate del Real Madrid, obra de Asensio en el minuto 36.
Piqué recupera la ventaja
Al descanso, al contrario que en los amistosos contra el Juventus y el United, Ernesto Valverde ha hecho un único cambio: Sergi Roberto por Iniesta. El inicio del segundo tiempo ha sido una réplica del primero. El FC Barcelona ha recuperado la ventaja en el marcador en su primer remate a puerta, obra de Piqué tras un saque de falta de Neymar Jr.
El tramo final de partido, ya con más retoques en el equipo, ha sido el más tranquilo de todos. Con más control que durante el resto del encuentro, el FC Barcelona se ha hecho con el balón y ha seguido disfrutando de numerosas ocasiones… que desgraciadamente ha desaprovechado. Poco ha importado al final porque el Real Madrid se ha topado con un imperial Cillessen siempre que se ha acercado al área culé. La International Champions Cup es de un Barça que vuelve a casa gustando y con la confianza por las nubes.