Los vehículos con distintivo ambiental de la DGT ahorran entre un 32 y un 80 % de las emisiones de NO2 y PM y entre un 69 y un 94 % de las emisiones de PM10 respecto de un vehículo sin etiqueta. El diésel todavía es el combustible mayoritario, aunque en las nuevas adquisiciones esta tendencia está cambiando a favor de la gasolina; los híbridos empiezan a tener importancia en el ámbito urbano y los vehículos eléctricos todavía son testimoniales.
El Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) han analizado los vehículos circulantes en el ámbito metropolitano, zona urbana y vías rápidas metropolitanas para saber el impacto real sobre la calidad del aire.
El estudio ha identificado 176.365 vehículos (un 45,2 % en vías rápidas, un 51,5 % en el ámbito urbano de los municipios y un 3,3 % en otros ámbitos) y ha medido correctamente las emisiones de más de 92.365 vehículos, en muestras estratégicamente escogidas en 31 puntos de medida de la metrópolis y distribuidos con el fin de obtener un conocimiento completo de la movilidad metropolitana.
Según el estudio, en términos generales los vehículos sin etiqueta de la DGT suponen entre el 20 y el 25 % de los vehículos circulantes en el área metropolitana de Barcelona. Son aquellos que emiten más partículas contaminantes y que, por lo tanto, tendrán la circulación restringida en la zona de bajas emisiones en caso de episodio de contaminación a partir del 1 de diciembre de 2017.
Los vehículos con etiqueta Eco y Cero Emisiones alcanzan el 4,3 % del parque circulante en el ámbito urbano, debido, en parte, a la flota de taxis.
Distribución de etiquetas ambientales
Las zonas con mayor proporción de vehículos más contaminantes (sin etiqueta) en circulación corresponden a la periferia de Barcelona, que es donde el parque está más envejecido, ya que es en el centro de la ciudad donde también circulan mayor número de taxis, y hacen bajar esta proporción.
Concretamente, en el ámbito urbano un 20 % de los vehículos no tienen distintivo ambiental de la DGT (sin etiqueta). Un 43,1 % de los vehículos se asocian a la etiqueta B, de color amarillo; el 23,8 % de los vehículos circulantes en el ámbito urbano, a la etiqueta C, de color verde, y finalmente, hay un 4 % de vehículos con etiqueta Eco(básicamente, híbridos a gasolina) y solo un 0,3 % con etiqueta Cero Emisiones.
Por otra parte, en las vías rápidas el 24,5 % de los vehículos no tienen distintivo ambiental de la DGT (sin etiqueta). Eso representa un 4,5 % más de vehículos sin etiqueta respecto del ámbito urbano. En este caso, hay un 1,2 % de los vehículos que circulan con etiqueta Eco y solo un 0,1 % de los vehículos que circulan con la etiqueta Cero Emisiones. Ambas cifras son inferiores a las del ámbito urbano.
El diésel, combustible mayoritario
Según el estudio, los vehículos eléctricos todavía son testimoniales, pero los híbridos empiezan a tener importancia en el ámbito urbano (3,3 %). Sin embargo, el diésel todavía es el combustible mayoritario, tanto en el ámbito urbano (65 %) como en las vías rápidas (72 %), seguido de la gasolina, que representa aproximadamente un 34,3 %.
No obstante, las ventas de diésel han ido disminuyendo y, en junio del 2017, por primera vez desde los años noventa, las ventas de gasolina superan las de diésel.
En cambio, en las vías rápidas la participación del diésel se incrementa hasta el 72 %. Básicamente, por la mayor proporción de turismos, en detrimento de las motos, y una menor presencia de taxis (vehículos híbridos).
En el ámbito urbano, la circulación de turismos es del 57 %, a pesar de que en el centro de la ciudad de Barcelona baja 10 o 15 puntos para dar paso principalmente a motos y taxis. A nivel metropolitano, por detrás de la circulación de los turismos se encuentran las furgonetas (13,5 %), las motos (11,5 %) y los taxis (10,2 %). En vías rápidas, en cambio, la circulación de los turismos aumenta casi hasta el 73 %.
Emisiones contaminantes
El estudio también demuestra claramente que los vehículos diésel que circulan por el área metropolitana emiten más emisiones contaminantes (NOx y PM) que los vehículos de gasolina.
El estudio también ratifica que las diferentes normativas Euro (excepto Euro-5) han supuesto un descenso progresivo sobre las emisiones de los vehículos.
Sobre las emisiones de los vehículos (NOx y PM), comparando entre tipo de vehículo y la ocupación media de este, las emisiones por kilómetro y pasajeros dan clara ventaja al transporte público colectivo, seguido de los turismos y las motocicletas.
Los vehículos con distintivo ambiental de la DGT emiten entre un 32 y un 80 % menos NO2 y entre un 69 y un 94 % menos PM que un vehículo sin etiqueta.
Un parque circulante envejecido
La antigüedad media de todos los vehículos en vías rápidas es de 8,4 años, y de 7,9 años en ámbito urbano. En este sentido, la mayor presencia de taxis en el ámbito urbano ayuda a rebajar la media de antigüedad de los vehículos.
Segmentando por tipología de vehículo, en el ámbito urbano los vehículos más antiguos son los camiones y autobuses, con una antigüedad de 10,3 y 8,8 años, respectivamente. Los siguen los turismos y las furgonetas, con una antigüedad de 8,4 y 7,7 años, respectivamente. Por otra parte, los taxis y los vehículos de servicios solo tienen antigüedades medias de 4,2 y 3,5 años, respectivamente.
Según los resultados del estudio, y en comparación con uno similar que se hizo exclusivamente en el municipio de Barcelona en el año 2009, el parque circulante ha envejecido casi dos años a causa de la crisis económica. En este sentido, en la ciudad de Barcelona se ha pasado de una antigüedad media de 5,66 años en el 2009 a 7,5 años en el 2017. Los camiones son la tipología de vehículo que más destaca, con 3,3 años de aumento de la antigüedad.
El estudio también pone de manifiesto la diferencia entre el parque censado (con los datos de los municipios y de la DGT) y el parque que realmente circula actualmente en la metrópolis. En este sentido, se observa que los vehículos más nuevos se utilizan mucho más que los vehículos viejos. Hecho muy destacable en el caso de los turismos.
¿Cómo nos movemos?
Con los resultados de este estudio, también se ponen de relieve los desplazamientos intermunicipales de los vehículos circulantes.
Un 55 % de los vehículos circulantes por la ciudad de Barcelona no están censados en la ciudad (vehículos externos a la ciudad). En comparación con unos datos anteriores del 2009 de Barcelona, que recogían que esta cifra hace 8 años era del 52 %, se extrae que aumenta el número de vehículos externos en la ciudad de Barcelona.
Por otra parte, en el resto de ciudades analizadas, el 46 % de los vehículos no estaban censados en el propio municipio.
Teniendo en cuenta que el tráfico es el principal responsable de la baja calidad del aire en las aglomeraciones urbanas, los resultados de este estudio permitirán mejorar el conocimiento del impacto ambiental del parque de vehículos metropolitano actual sobre la calidad del aire, todo ello discriminado por tipología de vehículo, carburante y norma Euro (antigüedad).
Así, estos resultados permitirán evaluar los impactos de las medidas para mejorar la calidad del aire de la metrópolis y diseñar, si procede, nuevas actuaciones.