La isla guarda algunos de los rincones más mágicos del Mediterráneo para disfrutar de puestas de sol y aguas turquesas
La isla de Mallorca es uno de los paraísos españoles predilectos para disfrutar del sol y el mar. Con más de 50 kilómetros de playas, los visitantes pueden deleitarse durante todo el año con algunos de los rincones naturales más espectaculares en los que divisar increíbles atardeceres o desconectar del trasiego de la gran ciudad.
Para celebrar el Día Mundial del Turismo recorriendo esta idílica isla, se puede elegir de entre 262 playas bañadas por el Mediterráneo, pero si el tiempo disponible para explorar es limitado, estas son las 10 calas de Mallorca que deben ser un must para cualquier visitante, según el hotel Barceló Illetas Albatros:
Cala Agulla
El agua cristalina es uno de los principales alicientes para visitar esta cala que está a 80 km de la ciudad de Mallorca. Es el lugar más adecuado para practicar deportes acuáticos.
Portal Vells
En esta cala de arena fina hay numerosas cuevas para que los visitantes puedan explorar. Tiene un parking cercano para dejar el coche, aunque tiene plazas limitadas.
Formentor
Se trata de una de las playas más famosas de la isla. Situada en la península de Formentor, se encuentra rodeada de pinos. Desde el puerto de Pollensa se puede acceder en barco aunque el recorrido en coche es recomendable por las vistas que se encontrarán en los miradores.
Illetas
Es otra de las privilegiadas playas de finas arenas doradas y aguas cristalinas, situada al suroeste de Palma de Mallorca. Los amantes de los clubs de playa podrán disfrutar de los espectaculares atardeceres desde las tumbonas y las terrazas.
Cala Estellencs
Con unas de las mejores puestas de sol de todas las Baleares, esta pequeña playa de piedras es la opción más acertada si se quiere disfrutar del relax y la tranquilidad.
Cala Torta
Esta pequeña cala es otro de los mejores lugares para desconectar. El agua cristalina y el paisaje recóndito la convierten en la opción perfecta para relajarse.
Cala Mesquida
Esta cala se sitúa al noreste de la isla en la bahía de Mesquida. A diferencia de otras pequeñas playas, dispone de todo tipo de servicios e instalaciones. Los amantes del surf encontrarán en esta zona el oleaje que no existe en otras partes de la isla.
Cala Millor
Esta playa de arena de kilómetro y medio de playa dispone de un paseo marítimo por el cual se puede para caminar, andar en bicicleta o disfrutar de la oferta de restauración. El mar en esta zona no es muy profundo y las aguas son más tranquilas.
Cala Mondragó
Situada dentro del parque natural de Mondragó entre pinos, posee arena fina y blanca. En esta playa se podrán encontrar más familias y niños que en otras de la zona.
Cala Varqués
Se trata de una de las calas más recónditas de la isla de Mallorca. La recompensa para los visitantes se traduce en las cristalinas aguas de color turquesa y la tranquilidad. Es uno de los lugares favoritos para los naturistas.