Hacia el año 1932 el Doctor Miguel Mérida Nicolich especializado en oftal-mología creó los laboratorios Nicholich. No sería hasta 1934 que registraría la marca Abéñula, un nombre que hace referencia a las pestañas. Mérida patentó la fórmula de Pomada Oftalmer Nicholich Abéñula Azul y este acon-tecimiento marcó un antes y un después en aquel proyecto que después de casi un siglo se ha convertido en una empresa consolidada
A lo largo de su historia, Nicolich SL ha conseguido posicionarse como una de las marcas más prestigiosas y ha desarrollado numerosos proyectos aunque ha centrado sus esfuerzos de forma especial en su primera solución: ABEÑULA.
Desde que su fundador dio el primer paso, han crecido década tras década y de manera ininterrumpida. Siempre haciendo gala de sus orígenes como una empresa familiar que ha sabido adaptarse a los tiempos y evolucionar con un único propósito: Cubrir las necesidades de sus clientes con un servicio integral y capaz de garantizar los mejores resultados.
El poeta Salvador Rueda Santos, considerado como el precursor del modernismo en España, mantuvo correspondencia directa con el Doctor Miguel Mérida Nicocich a modo de agradecimiento por los trabajos desarrollados y en reconocimiento de su calidad humana. En estas cartas se subraya el buen tratamiento que brindó a sus pacientes, así como la eficacia de sus tratamientos. Este componente humano, cercano y cálido es el que se ha tratado de mantener desde entonces. Si por algo se caracteriza Nicolich SL es por basar toda su actividad empresarial en valores morales muy consolidados: El cuidado, la atención y la honestidad con sus usuarios son los pilares de su trabajo.
Paradójicamente, Don Miguel Mérida Nicolich contrajo ceguera a raíz de un accidente, algo que le ayudó a comprender las limitaciones que se derivan de esta circunstancia y le movió a crear el Colegio de Sordos y Ciegos de Málaga.