Resultados agridulces para los socialistas que ven, a pesar de ganar las elecciones, como no pueden llegar al poder en la Comunidad de Madrid. Unidas Podemos sufre una sangría tras las disputas internas que han dilapidado lo conseguido hace cuatro años
Finiquitadas las elecciones municipales, autonómicas y europeas tras un mes intensísimo, ya se puede definir cuál es el panorama político general de España.
Por una parte, el PSOE tras provocar la caída de Rajoy se coloca como líder indiscutible en el gobierno central y en autonomías y municipios dominados por el PP. Esta situación, ha sacado a los socialistas de la penumbra política para auparle en la centralidad política estatal. Para el PSOE, no conseguir Madrid por ejemplo, supone un disgusto que empaña sus excelentes resultados globales.
El PP todavía está de luto. No se reencuentra a sí mismo pero consigue endulzar su situación con la presumible gobernanza de Madrid, en sus dos instituciones principales. Ayuntamiento y Comunidad. Ello, parece que podría salvar el liderazgo de Casado ante los suyos.
Ciudadanos, por el contrario, aunque sube en apoyos no consigue arrebatar al PP la dirección de la oposición. Una situación que parece eternizarse ya en el tiempo y que para los de Ribera puede representar un peligro de convertirse en el eterno aspirante.
Unidas Podemos, por su parte, ha perdido muchos apoyos con los que contaba volviendo al PSOE en su mayoría. Un grupo que ha visto perder el Ayuntamiento de Madrid motivado más por luchas intestinas que por mala gestión. Una situación para hacérselo mirar.
Por último, VOX, el partido de Abascal ha perdido casi la mitad de sus votantes en apenas un mes. De ser adalid de la derecha más radical, el partido podría ir colocándose como un partido residual aunque de momento contará con poder decisorio. Al tiempo y se verá si la Ley Electoral los coloca en esa tesitura.








