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El déficit de liquidez de las empresas españolas ronda los 230.000 millones, según Banco de España

De Cos insiste en prolongar las ayudas, pero con un enfoque selectivo para centrarlas en los sectores más afectados y en negocios viables El déficit de liquidez global del sistema empresarial español entre el segundo […]

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De Cos insiste en prolongar las ayudas, pero con un enfoque selectivo para centrarlas en los sectores más afectados y en negocios viables

El déficit de liquidez global del sistema empresarial español entre el segundo y el cuarto trimestre de 2020 alcanzaría unos 230.000 millones de euros, según ha señalado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien se ha mostrado partidario de extender las ayudas públicas, aunque enfocándolas a los sectores más afectados por la crisis y a aquellas empresas con proyectos viables.

«Se estima que el déficit de liquidez global del sector empresarial entre el segundo y el cuarto trimestre de 2020 ascenderá a unos 230.000 millones de euros», ha indicado De cos durante una presentación en una conferencia telemática organizada por SUERF.

A este respecto, el banquero español ha destacado que, al ignorar las necesidades de liquidez asociadas con la inversión en activos fijos, que son menos relevantes para los riesgos de liquidez, «se estima que el déficit de liquidez durante el mismo período es de unos 25.000 millones de euros mayor que en un escenario hipotético sin pandemia».

De esta manera, ya que más de la mitad de estas necesidades de liquidez no se pudieron cubrir mediante el uso de los activos líquidos y el recurso a líneas de crédito disponibles por parte de las empresas, los resultados sugieren que el brote de la pandemia generó importantes riesgos de liquidez para las empresas españolas, ha añadido.

AYUDAS SELECTIVAS.

En este sentido, De Cos, considera que la actual fase de la crisis, caracterizada por una recuperación económica incompleta y desigual, justifica el mantenimiento del apoyo público a las empresas, aunque apuesta por un ajuste que permita concentrarse en los sectores más afectados por la crisis y en proyectos viables, así como dar prioridad al apoyo en forma de subvenciones o inyecciones temporales de capital para evitar un excesivo endedudamiento de las compañías.

«En la fase actual de la crisis, en la que los problemas están más concentrados en sectores específicos, las políticas de apoyo a las empresas deben ajustarse dirigiéndolas a las más afectadas por el shock», ha señalado, reclamando un enfoque más selectivo «que dé prioridad al apoyo a proyectos empresariales viables».

En este sentido, el gobernador ha apuntado que en el caso particular de los programas de garantía de préstamos puede ser necesario ampliar dichas facilidades en el futuro, pero ha recomendado ajustar algunos de sus parámetros para incentivar los préstamos de los bancos a las empresas viables.

«La política económica no puede sostener indefinidamente un sector que está destinado a sufrir una reducción estructural en su nivel de actividad», ha afirmado, defendiendo que, en cambio, debe apuntar a promover y apoyar la adaptación del sistema productivo a las nuevas realidades y la reasignación eficiente de recursos entre industrias y empresas.

Asimismo, el gobernador del Banco de España ha destacado el éxito inicial de las medidas fiscales dirigidas a impedir la materialización de los riesgos de liquidez corporativos, aunque ha advertido de que, como resultado, las firmas han acumulado más deuda y esta «podría resultar insostenible para las empresas con un alto nivel de endeudamiento».

«La forma en que manejemos este deterioro de sus balances tendrá importantes implicaciones para el panorama macroeconómico tanto en el corto como en el mediano plazo», ha apuntado De Cos, señalando que, en casos extremos, las vulnerabilidades del sector empresarial podrían llevar al cierre de empresas, lo que impactaría negativamente en el crecimiento económico por la posible destrucción de parte del sistema productivo y la consecuente pérdida de puestos de trabajo.

De este modo, De Cos ha defendido que el apoyo público en forma de inyecciones temporales de capital, especialmente en el caso de grandes empresas, «podría ser una opción a explorar», destacando la creación por parte del Gobierno de un fondo público que puede destinarse a tal fin, mientras que para otras empresas, el gobernador del Banco de España señala que podrían considerarse subvenciones directas.

Por otro lado, ha señalado la importancia de mejorar la eficiencia de los mecanismos de reestructuración de la deuda con el objetivo de resolver rápidamente los problemas de insolvencia que atraviesan algunas empresas, así como incentivar los acuerdos extrajudiciales para evitar la congestión de los tribunales.

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