La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado hoy a tres hombres a cuatro años de prisión cada uno por agredir con barras de metal a otro hombre que se encontraba en el aparcamiento de un supermercado de Laredo.
Los acusados, que han consignado en el juzgado 20.000 euros para hacer frente a la indemnización que se determine en ejecución de sentencia, no podrán acercarse ni comunicar con la víctima durante un periodo de diez años.
El juicio estaba señalado para hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, pero al inicio del mismo el ministerio fiscal, la acusación particular que ejerce el perjudicado y las defensas de los acusados han alcanzado un acuerdo.
Los tres se han reconocido autores de un delito de homicidio en grado de tentativa, con la concurrencia de la circunstancia agravante de la responsabilidad penal de abuso de superioridad y la circunstancia atenuante de reparación del daño.
Según explica el escrito que han suscrito todas las partes y que el tribunal ha llevado a sentencia, los tres procesados actuaron “puestos de común acuerdo para acabar con la vida” del hombre al que agredieron, “representándose la probabilidad de ese resultado y aceptándolo plenamente”.
Actuaron así “con la consideración de que el agredido había estado acosando a una familiar de los procesados, menor de edad”.
Entonces, “portando tres barras metálicas de montaje de puestos del mercado y con claro desequilibrio de fuerzas al ser tres contra uno, de forma inopinada comenzaron a agredirle brutalmente, golpeándole con las barras en la cabeza y provocando su caída al suelo, dejándolo aturdido”.
Ya en el suelo, “lejos de deponer su actitud, con evidente desprecio por su vida, continuaron propinándole fuertes golpes con las barras, uno a la altura de la cabeza, otro a modo de estocada en el costado y 19 golpes más en piernas y costado”, pese a que la víctima estaba “postrada y ni siquiera podía cubrirse de los golpes de una manera mínimamente efectiva”.
Finalizaron la agresión “con dos contundentes patadas en la zona de la cara, todo ello entre los gritos de alarma y advertencias de que lo iban a matar por parte de otros ciudadanos presentes”.
A consecuencia de la paliza, el agredido presentó fracturas importantes en mano y cabeza, donde se aprecia un “importante menoscabo físico a nivel de bóveda craneal”. Aún no se ha podido determinar el alcance definitivo de la agresión porque está pendiente de sanidad definitiva.