El Consejo Agrario de Navarra ha adoptado en su sesión de este miércoles un acuerdo para mostrar su inquietud por el impacto que el acuerdo comercial que han avanzado la Unión Europea y Mercosur pueda tener sobre el sector primario, y sobre todo en la importación de productos agroalimentarios, con la exigencia de que este tipo de acuerdos internacionales establezcan garantías que eviten prácticas de dumping económico, ambiental o social.
El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral, José Mª Aierdi, ha acordado con las organizaciones agrarias y entidades representadas en el Consejo Agrario de Navarra un pronunciamiento crítico con las negociaciones UE-Mercosur, después de que en el seno de este órgano se hayan contrastado diversas consideraciones sobre los efectos que este tipo de acuerdos internacionales pueden tener sobre el mercado agroalimentario. Si bien la ampliación de mercados puede abrir oportunidades para la comercialización de alimentos en importaciones y exportaciones, el Ejecutivo foral y las entidades del Consejo Agrario también han advertido sobre las salvaguardas que, al mismo tiempo, deben establecerse sobre su producción.
En la reunión, a la que han asistido representantes de UAGN, EHNE, UCAN y Alinar, así como los equipos de las direcciones generales de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente y de la sociedad pública INTIA del Departamento, el consejero Aierdi ha mostrado su disposición a trasladar desde Navarra a las instancias comunitarias y estatales una posición consensuada con el sector que recoja y vele por los intereses del conjunto del sector agroalimentario de la Comunidad Foral.
Aierdi ha manifestado, en este sentido, que “no podemos aceptar que los acuerdos alcanzados en Europa establezcan unas condiciones ambientales, económicas o laborales diferentes para determinados sectores y debemos exigir, para los alimentos procedentes de terceros países, unas condiciones idénticas a las producciones intracomunitarias”.
Además de este acuerdo alcanzado, el Consejo Agrario ha considerado necesario, asimismo, realizar un plan estratégico de comunicación que ponga en valor y prestigie la actividad del sector primario y el entorno de las zonas rurales en las que se desarrolla.
Reto del relevo generacional
Por otra parte, el consejero ha compartido con el sector las principales novedades presupuestarias del Departamento para el próximo año 2025. Entre ellas, ha destacado el programa Lurberri de relevo generacional en el sector primario –dotado con 4 millones de euros el próximo año- y las nuevas primas que se establecen en el mismo para primeras instalaciones, que pueden llegar a ascender hasta los 100.000 euros en función de la tipología de las explotaciones y producciones. Es decir, se mantiene el importe base de subvención existente hasta ahora de 40.000 euros y se amplía en función de factores como el relevo generacional, la ganadería extensiva, otras producciones de calidad certificada o ecológicas y otros factores como producción en zonas con limitaciones naturales.
Según José Mari Aierdi, “el mantenimiento de un mundo rural vivo y activo y la incorporación de jóvenes a la actividad agraria es una prioridad de primer orden y los presupuestos deben dirigirse precisamente a implementar acciones disruptivas que supongan un cambio de tendencia en el sector primario”.
Además, para facilitar el relevo generacional y el rejuvenecimiento del sector primario, se excluyen también del citado límite de exención las ayudas públicas a la primera instalación de personas agricultoras o ganaderas.
En la sesión del Consejo Agrario de Navarra, el consejero también ha contrastado con el sector otras actuaciones que su Departamento ha contemplado acometer durante el próximo año, tales como las futuras leyes forales de Desarrollo Rural y Despoblación y de Calidad Alimentaria, la actualización del plan de modernización de infraestructuras de regadíos u otras cuestiones relativas a la sanidad animal en el ámbito ganadero.
Por otra parte, el consejero ha expuesto dos modificaciones del PEPAC trasladadas a la Comisión Europea para que autorice a Navarra a compensar a las explotaciones que puedan verse afectadas por grandes carnívoros, como el caso del oso en el valle de Roncal.